Domingo 10 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 36 y 37 > Sociedad
DIA DEL NIÑO: Pablito derriba barreras con sus ganas

PEÑAS BLANCAS (ACA).- Pablito es un niño de once años que vive muy cerca del río Colorado en el sector rural conocido como Peñas Blancas y que pese a sus dificultades fue galardonado por decisión de la dirección y los docentes con el "premio al mérito". De lunes a viernes recorre 20 kilómetros, entre ida y vuelta, llevando en sus espaldas la mochila del cuadro de sus amores -Boca Juniors- con el propósito de que los garabatos negros sobre un fondo blanco se conviertan en palabras que comunican.

Juana Isabel Suárez y Nicasio Mancilla nunca aprendieron a leer ni a escribir pero quieren que su hijo termine la escuela. El matrimonio trajo al mundo cinco varones y una mujer. El menor de ellos es Pablito que por ser el más chico ha quedado solo en casa y por lo tanto es el ayudante tanto en las tareas hogareñas como en los trabajos de campo.

Sale diariamente de su casa a las 7 de la mañana para llegar alrededor de las 8:30 ó 9 a la escuela. Allí tiene clases por la mañana, come en el establecimiento y por la tarde tiene talleres de computación, inglés, música y demás actividades. A las 16:15 sale de la escuela para llegar a su casa poco antes de las seis de la tarde. Se saca el guardapolvo y el calzado -porque dice que le encanta andar descalzo- y le da de comer a las gallinas y los gansos, para luego montar a caballo e ir junto a su padre a juntar las chivas y las vacas.

Sus padres lo mandaron al jardín de infantes a los seis años y recién a los siete empezó primer grado y repitió. Fue cuando los docentes detectaron una dificultad seria en la lectoescritura. Esta dificultad en la comprensión, lo ponía como candidato a concurrir a una escuela especial. Pero bastó el compromiso de los docentes y el acompañamiento de Blanca Fernández, una maestra integradora, para que Pablo Nicolás Mancilla esté a punto de alcanzar el nivel de los chicos de su edad. "Ahora sólo presenta dificultades en lengua y literatura, pero en lo demás está al nivel de los otros chicos. Y en ingles y computación no tiene nada que envidiarle a los demás compañeritos" explica la directora Cintya Nattino.

"Es un ejemplo. No tiene problemas para trabajar, lo que le demos lo hace sin ningún tipo de objeciones. A los demás chicos a veces le damos una tarea y protestan y piden otra cosa, pero Pablo hace lo que le pidan con alegría" dice Ariel Díaz, el maestro de grado que trabaja diariamente junto al resto de chicos que concurren a esa escuela. El futuro es una cosa que se construye minuto a minuto, con las herramientas que Dios da. Eso no está en ningún manual, pero Pablo nació sabiéndolo.

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