Domingo 10 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 12 y 13 > Regionales
Cómo hizo Vialidad para sumar $ 50 millones a las ganancias de una empresa K
Pone bien saber que pueblos siempre postergados de la Línea Sur tendrán asfalto y mejorará la comunicación dentro del territorio rionegrino. El problema aparece cuando la empresa que debe hacer la obra básica no la hace porque no tiene capacidad operativa y subcontrata a una constructora, consolidada bajo el ala del kirchnerismo. Y cuando se pasa de un presupuesto de 39 millones de pesos a uno de 91 millones sin licitación y mediante un atajo.

La palabra clave es "adenda". Su mera escritura sobre un documento oficial fue suficiente para transformar un negocio de 39 millones de pesos en uno mucho más jugoso, que llegará a los 91 millones a principios del 2009. Un abrir y cerrar de ojos. Sin licitación. Sin concurso de precios. Apenas una "adenda" y el beneficio para una empresa constructora que creció mucho al calor del kirchnerismo quedó consolidado. Ocurrió acá, alrededor de la soñada pavimentación de la ruta nacional 23. Y esta es la historia:

La empresa Viarse, del Estado rionegrino, no tiene capacidad operativa suficiente para convertir en tiempo y forma 72 kilómetros de ripio en un camino de buen asfalto, digno de una región que quiere desarrollarse a partir de una vía terrestre que comunique la zona atlántica con la cordillera en un par de horas.

Sin embargo, Viarse es la responsable de la pavimentación del tramo Los Menucos-

Maquinchao de la ruta 23. Todo gracias a un convenio firmado con Vialidad Nacional, que -según explicaron fuentes oficiales- hizo figurar la construcción de esa parte del nuevo camino como "mantenimiento" y aplicó entonces la norma que otorga prioridad a las vialidades provinciales para este tipo de trabajos "menores" encomendados por Nación.

El segundo paso estaba cantado. Sin máquinas ni recursos suficientes, la firma estatal rionegrina tuvo que subcontratar los trabajos.

Fue así que dos años y medio atrás se completó la licitación 09/2005, que a pesar del interesante presupuesto oficial que rondaba los 38 millones de pesos contó con un solo oferente: Juan Felipe Gancedo SA.

La constructora, de orígenes rionegrinos pero asentada en Santa Cruz desde hace tiempo y ganadora de numerosas licitaciones de aquel gobierno provincial y del nacional (ver aparte), cotizó 39.662.555 pesos. Según expresa el acta de la Comisión de Preadjudicaciones de Viarse, el proyecto en cuestión consistía en la "obra básica y enripiado Ruta nacional 23. Sección: Los Menucos-Maquinchao" y en función de comparaciones con pagos hechos para otros tramos del mismo camino, la decisión final fue otorgar la obra a Gancedo, aunque por unos pesos menos: 38.998.955.

Pero no todo era tan claro. Menos de un año después y según confirmaron funcionarios provinciales y nacionales, el rédito de Gancedo se había incrementado en 52 millones de pesos, extendiéndose también los plazos de ejecución previstos, que pasaron de 24 a 36 meses.

¿Por qué? Difícil llegar a un escenario claro cuando las explicaciones difieren entre Viarse y Vialidad Nacional e incluso entre los propios referentes del organismo central.

Oscar Cueto, segundo responsable en el Distrito Río Negro de Vialidad Nacional, sostuvo que la ampliación de los montos se dio porque el primero era "un estimativo".

"El primer monto se toma de acuerdo a lo que es el proyecto. Con Viarse se hizo un proyecto por un monto que incluye la ejecución. Ahí se estimó un volumen. Esto no es normal con una obra que se licita, porque en ese caso la obra que se licita va con los cómputos hechos y con los estudios. Pero en el convenio con Viarse puede ser que se haga algo estimativo hasta que se haga el proyecto", argumentó.

Ante la insistencia de "Río Negro", Cueto se desligó del tema: "El convenio fue hecho en nuestra casa central entre el administrador nuestro y el señor (Miguel) Pedranti, presidente de Viarse. Nosotros no fuimos consultados, en el distrito no tenemos proyecto, o sea que ese número no es nuestro. No es un número que haya estimado el Distrito diciendo 'la obra esta puede andar en tanto'. Es un número que no sé quién lo tiró en la mesa o tal vez habrán tenido la posibilidad en ese momento de hacer un convenio por ese monto. No tengo ni la más remota idea", admitió.

La explicación de Cueto se aleja bastante de la que escuchó este diario en boca de otra ingeniera de Vialidad Nacional: Rosa Busto, supervisora de la obra de asfalto de la Ruta Nacional 23.

"Hay una confusión. Los Menucos-Maquinchao se llama al tramo, pero dentro de eso hay distintas secciones. Los Menucos-Aguada de Guerra es la sección VII y Aguada de Guerra-Maquinchao es la sección VIII. Los 39 millones llegaban hasta Aguada de Guerra. Y después necesitábamos seguir, porque quedábamos a mitad de camino", relató Busto desde Jacobacci.

Claro, como había que seguir, para qué complicarse haciendo un nuevo llamado a licitación o concurso de precios. Directamente se hizo la "adenda" al contrato original y Gancedo sumó kilómetros a su responsabilidad... y millones de pesos como ganancia.

Según se explicó en la delegación rionegrina de Vialidad Nacional, el proyecto que se ejecuta consiste en la obra básica completa a nivel de enripiado, que representa el 80 por ciento de la obra total, porque después de eso sólo queda poner los 20 centímetros de sub-base, 15 de base y cinco de carpeta. No hacen falta puentes y las alcantarillas ya están hechas con hormigón.

Hasta el momento, Nación pagó a Viarse 80,5 millones y quedan 10,5 millones más mediante 28 certificados de aproximadamente 5 millones cada uno. El final de la obra se prevé para febrero próximo.

Por último, vale recordar que las normas que rigen las contrataciones de los organismos y empresas del Estado rionegrino son taxativas cuando establecen que los contratos con adjudicatarias sólo pueden ampliarse hasta en un 20 por ciento del monto pactado originalmente.

Según confirmó una alta fuente del Ministerio de Hacienda, un peso por encima de esa cifra obliga a realizar un proceso independiente para la contratación del servicio. En el caso de Gancedo, la ampliación fue un poco más del 20 por ciento: 130 por ciento.

Además, la resolución 001/2008 del Consejo de Obras Públicas fijó los parámetros que indican cuándo se puede hacer contratación directa o debe existir concurso de precios, licitación privada o pública. El umbral más alto es 1.020.000 pesos. Desde ahí en adelante la licitación pública es obligatoria.

Ocurre que esa resolución nada dice sobre las "addendas", ese atajo elegido para hacer pasar 52 millones extras y para que la empresa Gancedo se transforme en la primera prueba concreta de que la Ruta 23 conduce directamente hacia la prosperidad.

HUGO ALONSO (halonso@rionegro.com.ar)

PEDRO CARAM (pcaram@rionegro.com.ar)

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