Domingo 10 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
Cuentos para despeinarse con ternura, pasión, humor

NEUQUÉN (AN).- La invitación habla de historias reales, de relatos que dan sentido al acontecer humano de cada día con el necesario toque de humor, de pasión, de ternura. Condimentos que no faltan en los relatos de los cuentacuentos, el grupo de narradores que está creciendo en distintos rincones de Neuquén.

Esta vez, las mujeres del grupo Alboroto serán las encargadas de hacer reir o de emocionar al público con el espectáculo de narración oral para adultos "¿Despeinadas?". Título que despierta indefectiblemente la pregunta de esta cronista: ¿Despeinadas...?

"Vamos a narrar cuentos de la vida, y la vida te despeina permanentemente con cosas tanto positivas como negativas", dicen Peti Panozzo, Marga Toledo y Betty Dewey, un trío de docentes jubiladas que se encontraron hace algunos años en un taller para cuentacuentos y a partir de ahí decidieron incursionar en el mundo de la

palabra. Pero de la palabra compartida, esa práctica tan antigua como la civilización misma.

Palabra que llevan, gustosas, por las escuelas, los hospitales, la cárcel y cuanto ámbito formado por chicos o grandes se disponga a escucharlas.

 

Historias reales

 

Cuando las tres mujeres hablan del espectáculo que se presentará hoy (a las 19) en la sala de Teatro Ámbito Histrión, explican que no son cuentos fantásticos, sino historias reales, de gente que ama, siente, sufre, vive.

Ahí, en medio de una escenografía sencilla y austera, se escuchará un cuento de Guy de Maupassant, también de Mario Benedetti, Mario Goloboff y Jean Claude Carrière. También, para hacer honor al talento local, habrá textos de Marta Caviglia Barros.

Lo que hacen las narradoras es dejar espacio para la imaginación y darle al público mucho vuelo. "Con los cuentos muchas veces se vuelven a sentir niños. El poder de la palabra los atrapa", asume Betty. A lo que Marga agrega: "En esta etapa que estamos viviendo en que el impacto visual es lo que predomina por sobre todas las cosas, entonces hay espacio para la imaginación. Nosotros intentamos con los cuentos despertar la imaginación y para eso no hay límites".

Así, durante el tiempo que duran los relatos, ellas "se van", desaparecen. Se meten de lleno en la historia y se pierden entre los núcleos de tensión y distensión con la gracia y emoción de la narración oral.

 

Boom de narradores

 

Es sabido, a esta altura, que en el Neuquén de los últimos años la movida de los cuentacuentos explotó para el bien de los oyentes ávidos de tender puentes con la infancia.

Son muchos los narradores que agrupados en duplas, tríos o cuartetos se transforman en juglares decididos a recopilar historias para transmitirlas a las distintas generaciones.

"Es increíble, lo que sucede con el público es sorprendente", asumen las mujeres de Alboroto. "Tocamos con la palabra y es lo más maravilloso", concluyen.

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