NEUQUÉN (AN).- Sonaba extraña la melodía de "Voy llegando al sol" interpretada por la Banda del Ejército y no por Soledad Pastorutti.
Y fueron maravillosas la sonrisas de los pibes que intentaban ponerle letra a la canción que conocían.
También salieron chamamés de los instrumentos y los pulmones de los soldados. Y bailaron los chicos y también los grandes.
Ayer bajo un cielo de plomo, la banda, los chicos, los padres, los médicos y ex pacientes oncológicos infantiles festejaron el día del niño en el club de oficiales de Comando de la VI Brigada.
Allí, durante más de cuatro horas, los pibes festejaron su día, con los hombres y mujeres de verde y también con el payaso Arturo que ayer se especializó en hacer sables de globos, entre otras manualidades.
Con y sin huellas de los tratamientos, los chicos inundaron de colores fuertes la sobriedad cromática del espacio castrense.
"Cuando uno comparte las 24 horas en una clínica por algo que es feo se produce una relación tan cercana que es muy difícil de explicar...Te pasan cosas muy fuertes con las otras personas, con los otros chicos. Por eso, este encuentro, que se repite todos los años es muy importante... Me sale decir, una gran familia, aunque parezca un poco gastado, esto es una gran familia", describió Mauricio Ezequiel Rinaldi, de 24 años.
Mauricio, que también se llama Nahuel, le ganó a la enfermedad hace tiempo. Pero dos veces al año se suma al festejo con los niños en tratamiento oncológico. Le faltan algunas materias para recibirse de chef pero ayer los militares le coparon la cocina.
Encuentro de "almitas"
"Acá estamos todos. No es sencillo lo que nos toca, pero nos gusta y hay un sentido de la solidaridad que crece con el transcurrir de los años. Hace 18 años que trabajo en el servicio de Oncología y hay papás que han perdido a sus hijos y hoy los tenemos acá porque sienten que acompañando y ayudando se encuentran con el almita de ese niño que ya no está", sostuvo la doctora Alejandra Cédola, toda sonrisa.
Con el Ejército
El contacto con el Ejército surgió a partir de la iniciativa de una enfermera, esposa de un militar. Y ese militar, la llevó al sillón más importante del Comando.
"Esto se toma como algo especial, acá están los enfermeros oncológicos, que tienen su especialidad, está nuestra psicóloga y están las familias. Es difícil de explicar", contó Cédola.
El Ejército, por decisión de su comandante, el general Hernán Prieto Alemandi,
abrió sus puertas a la iniciativa que desde hace años organiza la clínica San Lucas. Se sumaron a la propuesta la Unión Ferroviaria, la Cámara del Juguete y el gremio de la UOCRA.
Algunos juguetes se entregaron ayer, otros se repartirán hoy en los hospitales de la zona y el resto irá a las comisiones vecinales de algunos barrios capitalinos.
Corrieron los niños detrás de la banda, miraron desde abajo a los hombre de verde y tardaron nada en aflojar los gestos.
Ellos son verdaderos especialistas en eso.
