BUENOS AIRES.- El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, afirmó ayer que el Estado nacional no se hará cargo "de ninguna deuda" que tenga Aerolíneas Argentinas, generada por el grupo Marsans, y cuyo monto se estima en unos 890 millones de dólares.
Jaime consideró que "mayoritariamente va a haber un acompañamiento de ese proyecto de comprar el paquete accionario de ambas empresas" por parte del Congreso. "Nosotros no nos queremos hacer cargo de ninguna deuda. Pero tampoco vamos a permitir que 9.000 puestos de trabajo queden en la calle y que las dos líneas que tienen 80% del cabotaje en la Argentina dejen de operar", remarcó el funcionario a radio Del Plata.
El mensaje político de Jaime es claro, ahora bien: ¿quién entonces se hará cargo de la deuda?.
Puede ser el que el gobierno este analizando otra alternativa. Aerolíneas está en concurso, entonces el Estado podría presentarse en él a
comprarla una vez vencido el plazo de exclusividad que la empresa tiene para alcanzar las mayorías necesarias para evitar la quiebra. En el marco de ese procedimiento, denominado cramdown, el Estado deberá presentar una propuesta a los acreedores. Si obtiene su conformidad y la correspondiente homologación judicial, podría adquirir la empresa con una deuda mucho más acotada.
Pero no hay forma de que la deuda no se pague (salvo que se decrete la quiebra); y si el Grupo Marsans no se hace cargo, el Estado argentino deberá tomar estos pasivos juntos con las acciones de la empresa.
Jaime indicó que "se llegó a esta instancia (de transferir Aerolíneas al Estado) ya que los actores titulares del grupo empresario Marsans manifestaron su interés de retirarse del mercado aerocomercial". Sin embargo, sostuvo que "algunos (legisladores) parece que tienen una memoria tan frágil", y afirmó que "son aquellos que la privatizaron en 1988", en alusión a los radicales.
Asimismo, subrayó que estos mismos legisladores "no hicieron nada durante el período de privatización que duró 18 años", y añadió que "en 2001 la empresa fue concursada". Destacó que "en 2003, cuando se inició la gestión de Néstor Kirchner, se discutió fuertemente sobre la participación y los controles del Estado". Puntualizó que "el Estado tenía en Aerolíneas menos de 1% de participación, y en Austral nada". (DyN/R.C.)