Después de un primer tiempo sin luces, Boca Juniors apareció en la parte complementaria, encontró el fútbol y la agresividad que necesitaba y consumó un elocuente 4-0 sobre el necesitado Gimnasia y Esgrima de Jujuy en el inicio del torneo Apertura.
Los ingresos de Leandro Gracián y Ricardo Noir al comenzar la parte final fueron determinantes para el cambio, pero todo Boca constituyó una formación compacta con lucidos desempeños de Sebastián Battaglia, Jesús Dátolo y Fabián Vargas con lo cual el partido encontró rápida definición porque los visitantes nunca encontraron la fórmula para remontar la desventaja.
Noir, Gracián, Battaglia y Vargas fueron autores de los goles pero cabe una mención especial para Martín Palermo, que esta vez no se anotó en el marcador pero fue partícipe fundamental con un trabajo generoso y muy inteligente.
El partido comenzó con buen ritmo, con los dos equipos tratando de ser cuidadosos con la pelota y con la marcada intención de Gimnasia de sostener el equilibrio en media cancxha sin dejarse arrastrar a su área. Boca llegó antes del minuto con un remate de Ibarra que controló Nereo Fernández y los jujeños replicaron de inmediato: Calandria recibió de Carranza dentro del área y remató apenas desviado. Hubo un único pasaje, que comenzó aproximadamente al cumplirse un cuarto de hora y se prolongó por 10 minutos, en el que Boca se hizo dueño de la zona de volantes.
Dátolo adquirió protagonismo, se junto bien con Chávez y Gimnasia tuvo que retroceder. En ese segmento el equipo local tuvo su oportunidad más clara cuando un remate de Battaglia, de frente al arco y desde afuera del área, rebotó en el travesaño.
Después la visita volvió a equilibrar el juego y contó también con algunas ocassiones. La más clara fue sobre los 28 cuando Carranza, muy incisivo, apareció por derecha y sacó un zurdazo que obligó a una esforzada intervención de Caranta quien rechazó al corner. En el último cuarto de hora el juego decayó, a Boca le costó acercarse al área rival. Y fue la visita la que dominó por más tiempo la pelota y hasta forzó una serie de corners, aunque éstos no llevaron mayor riesgo.
Los ingresos de Noir y Gracián dieron réditos inmediatos porque a dos minutos de la reanudación Boca ya estaba en ventaja con una jugada en la que los dos relevos tuvieron participación: a la salida de un corner Gracián la cruzó de izquierda a derecha, Palermo la devolvió de cabeza hacia el medio, se enredó Calandria y Noir, por detrás suyo, puso el 1-0.
Gimnasia nunca se recuperó y el resto del partido fue un monólogo. A los 12 aumentó Gracián con un estupendo remate desde la medialuna al cabo de una acción bien elaborada por Ibarra y Vargas. Por si cabía alguna duda de que el encuentro estaba definido, sobre los 18 los jujeños quedaron con un hombre menos por expulsión de Fabio Pieters (foul a Morel Rodrríguez y segunda amarilla).
Boca pudo haber logrado los goles que se propuso marcar, pero sólo fueron dos más. A los 33, luego de un gran cambio de frente de Palermo, Gracián apareció por derecha, cruzó la pelota al medio, conectó Gabriel Paletta, la pelota dio en el palo izquierdo, rebotó hacia adentro y Battaglia la empujo al gol.
Más tarde, a los 43, Vargas picó por derecha, tocó para Palermo, recibió sólo ante el arquero rival la exacta devolución y concretó su tercer gol en los 105 partidos que disputó en Boca. Las dudas del principio quedaron sepultadas. Con goles y fútbol, Boca tuvo un estreno de campeonato ideal.
Fuente: DyN