Sábado 09 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 08 > Nacionales
Bussi primero lloró y luego justificó la represión
Ex represor dijo que "los ideólogos de la subversión hoy son gobierno". En el banquillo, junto a Menéndez, negó la figura del desaparecido.

BUENOS AIRES (DyN) - El ex represor Domingo Antonio Bussi acusó ayer al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de "subversivo", negó la figura del desaparecido, al considerarla como "un arbitrio psicológico" de las organizaciones "terroristas", y justificó su accionar en la represión amparándose en que el país estaba por entonces "en guerra".

En silla de ruedas y conectado a un tubo de oxígeno, Bussi se consideró un "perseguido político" al declarar en medio de llantos frente a los jueces que, frente a la reacción del ex militar, pidieron un cuarto intermedio para que el acusado se restableciera.

En una de esas veces que lloró, Bussi recordó emocionado la despedida que le brindaron "40 o 50.000 tucumanos" cuando finalizó el denominado Operativo Independencia (dispuesto por decreto en 1975 por la entonces presidenta María Estela Martínez, viuda de Perón, para aniquilar a la subversión y durante la dictadura) que llevó al exterminio de más de 2.000 personas que se llevó adelante a partir del 75 en la provincia más pequeña del país, con la llamada 'guerra contrarrevolucionaria', aprendida de franceses y norteamericanos.

Junto a su ex superior y ex comandante del III Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, recientemente condenado a perpetua en Córdoba, Bussi afronta una acusación por los delitos de violación de domicilio, aplicación de tormentos reiterados, homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad agravada y asociación ilícita, los que constituyen delitos de lesa humanidad.

Allí se intenta esclarecer la responsabilidad que tuvieron ambos en el asesinato del senador justicialista Vargas Aignasse, quien según la fiscalía estuvo alojado clandestinamente en la Brigada de Investigaciones, "sometido a tratos crueles inhumanos e interrogatorios bajo torturas" tras su secuestro el 24 de marzo de 1976, en el inicio de la dictadura.

En tanto, Menéndez, de 81 años, desconoció la competencia del tribunal para juzgarlo y se negó a responder preguntas. El juicio oral pasó a un cuarto intermedio para el martes a las 9:30 para escuchar las declaraciones e los testigos.

Ayer, ante el tribunal, en la segunda jornada del juicio oral luego de que un perito dijera que estaba apto para enfrentar el banquillo, Bussi comenzó con una introducción refiriéndose a su salud y rechazó el informe profesional que indicó que no necesitaba la asistencia respiratoria y que estaba en condiciones de presentarse a la audiencia.

Entrando ya de lleno en su declaración, que fue leída en su totalidad, Bussi, sin sacarse la "bigotera" con la que recibe oxígeno suplementario, cuestionó como una "aberración jurídica" la "omisión sistemática, deliberada, arbitraria e intencional del marco histórico de la guerra que tuviera lugar -dijo- en Tucumán" contra "la agresión marxista leninista".

"Estábamos en guerra y bajo estado de sitio", enfatizó al menos en dos oportunidades Bussi y agregó que "los ideólogos de la subversión" que, según denunció, distorsionan la verdad histórica, "hoy (son) gobierno".

Según dijo, "en Tucumán se llevaron a cabo acciones específicamente militares" y en tal sentido sostuvo que "la figura del desaparecido es un arbitrio psicológico de la subversión para disimular las bajas en combate".

Agregó que "en nuestro país, hubo una guerra iniciada por organizaciones terroristas" y enfatizó que "la inmensa mayoría de la generación de tucumanos de esa época, la suya señor presidente -dijo, refiriéndose al titular del tribunal- reconoció que hubo un estado de guerra" en la Provincia. "Esas bandas no eran jóvenes idealistas sino traidores a la Patria", dijo Bussi y consideró que "la figura del desaparecido es un arbitrio de la subversión para ocultar el reclutamiento de individuos comprometidos con el ideario revolucionario". "Siento ser una víctima del rencor y la venganza de los derrotados de ayer en las urnas. Están utilizando la justicia para destruirme como ciudadano", afirmó entre sollozos.

En el caso particular de Vargas Aignasse dijo que recibió una orden de detención "de la Junta de Comandantes en Jefe, a través del III Cuerpo de Ejército", a cargo entonces de Luciano Benjamín Menéndez Además, dijo que el senador provincial ofreció "frondosa documentación delatando a sus compañeros" a cambio de su liberación, lo que originó una réplica del fiscal, quien le advirtió que no toleraría que "agraviara la memoria" del desaparecido.

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