NEUQUÉN (AN).- Para que sus alumnos no sigan perdiendo días de clase, los docentes de la Escuela 235 les dejan trabajos prácticos en un kiosco. Después de hacer la tarea, mediante sus padres, se los devuelven a un portero de la institución, que se los da a los maestros para que los corrijan. Es la manera que las autoridades encontraron para evitar más atrasos en el dictado de la currícula, luego de un mes sin clases por la caída de techos de la institución.
En el establecimiento del barrio Sapere no hay actividades desde el 27 de junio pasado. La reparación encontró respuesta parcial, porque desde la dirección de mantenimiento del Consejo Provincial de Educación se iniciaron los trabajos de refacción, y así es que se cambiará el techado y se colocarán cielorrasos suspendidos, pero no se sabe cuándo estará terminada la obra.
"El problema es que no hay un parámetro del tiempo que llevará la reparación. Nos dicen que todo depende del trámite de las licitaciones", dijo Silvana Daina, directora del establecimiento.
La directora añadió que el 6 de julio pasado hubo una reunión con funcionarios de la subsecretaría de Educación."Pero cada vez que preguntamos por un lugar para dictar las clases mientras se hacen los trabajos, nos dicen: 'estamos trabajando en eso'", contó la directora.
El único destino provisorio que hay es para el sector administrativo. Es en el CPEM 19, ubicado a pocos maestros de la escuela primaria.
Daina dijo que a partir de la suspensión de actividades de hace más de un mes en la escuela optaron por ofrecer a los alumnos que cursen mediante trabajos prácticos. "Es para no perder el contacto con ellos. Por supuesto que no es lo adecuado, pero en vistas de la situación, no tenemos muchas alternativas", dijo.
Así los docentes de la escuela dejan los prácticos en un kiosco. "Los pasan a retirar, hacen la tarea en la casa, y después se los dejan al portero de la escuela, también en su casa. Él nos los da a nosotros, para hacer las correcciones", describió la alternativa, una muestra de buena voluntad con el único objetivo de evitar el mayor perjuicio posible para los chicos.
Agregó que "lamentablemente vamos a tener que comprimir los contenidos", si es que las clases retornan en el breve plazo, algo que no saben cuándo será en la escuela primaria a la que asisten unos 370 alumos.
"Estamos muy preocupados porque es un derecho de los chicos que se les está negando, Hay voluntad nuestra y muestra de ello es lo de los prácticos. Las clases permanecen suspendidas desde que un tramo del cielorraso", cerró.