SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los padres de tres víctimas fatales del accidente que segó la vida de cuatro jóvenes casi adolescentes, que viajaban en el Renault 18 que conducía un joven acoholizado, conformaron el "Grupo 6 de setiembre" y proponen que ese día, al cumplirse un año del suceso, no se venda alcohol en las discotecas y tampoco en los comercios de la ciudad.
Con este tipo de conmemoración los manifestantes quieren llamar la atención de toda la sociedad y lograr que no se consuman bebidas alcohólicas en una noche de sábado. Para eso brindaron una conferencia de prensa en el Centro Cívico y esperan la adhesión de las autoridades municipales, de los empresarios de la noche y los comerciantes de la ciudad.
Los que impulsan la particular jornada son Elsa y Víctor Betancourt, padres de Marina y María Ester Betancourt, de 14 y 15 años respectivamente y primas entre sí, y Julio González, padre de Laura González, de 17 años. Las tres chicas fallecieron en la madrugada del 6 de setiembre de 2008, al igual que Eduardo Efraín Mansilla Vargas, también de 17 años, hermano del conductor del R-18, quien hace pocos días fue condenado en un juicio abreviado, a tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación.
Las cuatro víctimas viajaban en el asiento trasero del vehículo y resultaron con lesiones fatales luego del despiste y choque contra un añoso ciprés, y al aplastarse el techo contra el suelo en el vuelco posterior.
Tanto el conductor como las víctimas y sus padres son vecinos del barrio Virgen Misionera, situado en el kilómetro 7,200 de la avenida Los Pioneros, y esa vecindad que los unía motivó que los jóvenes salieran juntos a divertirse a una discoteca del centro. El accidente se produjo cuando regresaban, y los padres de las tres víctimas esperaban que la Justicia le aplicara una pena ejemplar al conductor, Jhonny Mansilla Vargas, que las transportó estando ebrio, y a una velocidad excesiva e imprudente.