La gimnasia femenina de los Juegos anticipa un duelo de superpoderes. Las norteamericanas celebraban satisfechas en el podio de alguna competencia sus medallas de oro. Un escalón más abajo, las chinas ya soñaban con el momento en que las dos potencias se enfrentarían otra vez.
Listas las barras asimétricas, listo el caballete, el enfrentamiento en el mayor de los escenarios, ha llegado el momento de competir y lo más probable es que uno de los dos equipos se lleve la mayor cosecha de oro, definiendo finalmente cual de los dos es el mejor. Para muchos, esta batalla podría definir el medallero total.
"No podemos controlar a las chinas", dijo la estadounidense Nastia Lukin. "Venimos plenamente preparadas y nuestra meta es ir a la competencia el primer día y demostrar al mundo que aún estamos en la cima".
Las eliminatorias empiezan mañana y la final es el miércoles. Después de un traspié en Atenas, las estadounidenses han dominado la gimnasia. Pero el local es candidato.