Viernes 08 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 35 > Policiales y Judiciales
Varias nenas dijeron que las filmaban desnudas
El juez Stadler amplió el procesamiento contra André Reguera y Alberto Fasanella.

ROCA (AR).- Las nenas que declararon haber sido víctimas de abusos a cambio de unas monedas o un plato de comida también fueron filmadas desnudas por alguien que aún no fue identificado. Incluso, los escenarios elegidos sería un hotel alojamiento de la zona de J. J. Gómez a donde eran llevadas por uno de imputados, pero también en la costa del río Negro y en la zona de bardas cercana a esta ciudad.

Así se desprende de la ampliación de los procesamientos que realizó el juez subrogante Emilio Stadler, en contra de Fernando André Reguera y Alberto Orlando Fasanella, los dos procesados por este aberrante caso que fue descubierto el 24 de mayo de 2006, tras un allanamiento en la casa de Fasanella, mientras se buscaba a una menor.

La resolución de Stadler también señala que Fasanella debe ser procesado por "administrar encubiertamente una casa de tolerancia", ya que al fondo de su propiedad tenía tres piezas con baños privados que eran alquiladas por media hora o una hora, y que no tenían habilitación municipal.

Si bien la resolución del magistrado no sustituye ni deja sin efecto los procesamientos que quedaron firmes en contra de los dos imputados, se trata de una decisión complementaria o ampliatoria de los mismos.

En alguno de los casos, se cambió la acusación, ya que se detectó que hay casos en los que las víctimas -al momento de los hechos- tenían menos de 13 años, por lo que las penas establecidas en el Código Penal cuando las víctimas tienen esta edad, son distintas a las previstas para las víctimas mayores de 14.

En otros casos, Stadler resolvió dictar falta de mérito a los imputados con relación a alguna de las menores, ya que anteriormente se había mencionado el testimonio de las niñas, pero no se había resuelto sobre estos casos en particular.

De los dos imputados, sólo Fasanella se encuentra detenido, ya que André Reguera siempre mantuvo su libertad gracias al pago de una fianza.

Con respecto a este último imputado, el juez añadió a la extensa acusación, la agravante del artículo 119 inciso C, que prevé una pena de 8 a 20 años de prisión cuando "el autor tuviera conocimiento de ser portador de una enfermedad de transmisión sexual grave y hubiere existido peligro de contagio".

Esto tiene relación con la declaración de la menor V. S. J., quien señaló que al menos en tres oportunidades mantuvo relaciones sexuales con Reguera en el domicilio de éste, sin que el imputado utilizara preservativos.

El 10 de marzo pasado, la Cámara Segunda del Crimen envió toda la causa nuevamente a instrucción cuando se estaba por realizar el juicio oral, debido a los errores cometidos por el fiscal Miguel Fernández Jahde.

Especialmente porque en algunos casos, los imputados habían sido indagados por determinados hechos, de los que nada se había resuelto posteriormente, y además habían sido procesados en otros, por lo cuales no habían sido indagados.

Con esta ampliación de procesamiento, el juez Stadler modificó la acusación, poniendo mayor claridad en la acusación que pesa sobre cada uno de los imputados.

El caso provocó conmoción en toda la región, ya que quedó al descubierto que muchas de las nenas obligadas a prostituirse tenían muy baja edad. Incluso una de ellas contaba con sólo 9 años.

También saltó a la luz que a una niña de 10 años le convidaban "un polvo blanco, como si fuera harina, y lo inhalaba con una birome sin tanque", en clara alusión al consumo de cocaína.

En los relatos, siempre de niñas de 11 ó 12 años, aparece como "muy común" el consumo de tres o cuatro botellas de cervezas y luego mantener relaciones sexuales con Fasanella en su propia casa, según lo referido por varias de las víctimas que declararon durante la instrucción de la causa.

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