Los accidentes por avalanchas se multiplicaron en los últimos tiempos y se reiterarán con mayor frecuencia, ya que cada día son más las personas que se arriesgan a esquiar y practicar snowboard en nieve recién caída, en lugares peligrosos. Todo buen deportista disfruta al máximo sobre una pendiente con nieve en polvo y es imposible pretender limitar o prohibir ello.
En los centros de esquí se lesionan centenares de personas cada invierno. Muchísimos se rompen una pierna. Por eso, fabricantes perfeccionaron las fijaciones y muchos comenzaron a usar casco. Pero muy pocos lesionados dejaron de esquiar.
Las avalanchas son generalmente imposibles de prever. No en vano, en el mundo, la mayor cantidad de víctimas de aludes son expertos. Deportistas preparados y conscientes del riesgo, que llevan equipos ARVA, sondas, palas y hasta perros adiestrados para buscar personas sepultadas en la nieve. Si todo sale bien, las fotos y películas sobre sus descensos causan sensación en los medios de difusión. Si algo falla generalmente estamos ante un "accidente".
Hace doce días, en el cerro López, una avalancha arrastró a 7 deportistas, 3 de ellos guías de alta montaña expertos en esquí. No hubo víctimas pues tomaron las máximas precauciones, pero no pudieron evitar el desprendimiento y alguno sufrió lesiones.
En numerosos lugares existen equipos especializados en provocar avalanchas, para evitar que estas se formen naturalmente y causen daños. Así es en Las Leñas, donde cada invierno hay decenas de avalanchas naturales.
En el mundo también hay centros especializados en estudiar la nieve y que día a día, indican el riesgo de aludes, que varía del primero al quinto grado. También se dictan cursos especializados.
Es imposible que un centro de esquí se haga cargo de lo que hacen los usuarios fuera de pista. Sí debe señalizar los lugares peligrosos e indicar el factor del riesgo. Asimismo debe contar con personal idóneo para un rescate.
El Estado, debería generar las reglas claras para que las personas que provocan una avalancha se hagan cargo de su actitud, en particular cuando ello puede causar daño a terceros, como sucedió el domingo pasado, en Punta Princesa del Catedral. También debería proveer los recursos para que esté disponible un boletín nivometeo (estudio de la nieve), con los riesgos de avalancha, en internet.
TONCEK ARKO (*)
(*) Periodista, guía de montaña.
aagm@satlink.com