CINCO SALTOS (ACE).- Dos mil fieles peregrinaron ayer a la gruta de San Cayetano sobre la Ruta 60, camino al lago Pellegrini.
Mujeres, niños y hombres con ropa deportiva y zapatillas salieron desde la capilla Don Bosco en Cinco Saltos para llegar alrededor de las 15 a la gruta emplazada a un costado de la ruta que finaliza en la península de Ruca Co.
La misa fue celebrada por el obispo Néstor Hugo Navarro y estuvo dirigida por el párroco Carlos Benavidez.
"Pan y trabajo es dignidad", dijo Navarro.
Los peregrinos llegaron desde distintos puntos del Alto Valle en busca de una promesa de trabajo o en cumplimiento de una promesa por los favores recibidos: ademas de los fieles de Cinco Saltos se observó gente de Allen, Senillosa, Plottier, Neuquén, Centenario, Cipolletti y Campo Grande.
Aunque el día estuvo más cálido y menos ventoso que otros años para la misma época, fue menor la afluencia de gente ayer.
"Nosotros venimos desde Cipolletti, pero nos vamos de inmediato porque a las 16:30 tenemos que estar en el trabajo", indicaron unas mujeres que todos los años acompañan para hacer la peregrinación.
Silvia transitó el camino en auto preocupada por no perderse la ocasión de cumplir con el rito, pero con el apuro de tener que cumplir horario en el trabajo. Su prima Marcela, también de Cipolletti, peregrinó desde la iglesia en Cinco Saltos, en compañía de su mamá.
"Todos los 7 de agosto trato de venir, y también lo hago los domingos. Ya es como un hábito", dijo Jaqueline, descansando a un costado de la gruta de San Cayetano mientras los primeros cantos de la misa comenzaban.
Rolo Rivera llegó a la gruta con su caballo "Gato", que ya tiene 7 años. Es la primera vez que se suma a la peregrinación. "Participo en la agrupación tradicionalista Amigos de Berbel, pero aquí vine solo; se me ocurrió ayer, mirando las noticias", dijo.
Una enorme bandera argentina fue sostenida durante toda la misa por unas diez personas que integran la comisión de San Cayetano. "Es que el lema de esta procesión tiene que ver con la patria, con la hermandad del pueblo, por eso se la pedimos a la Unter para la misa", dijo una de las integrantes de la comisión. Aunque en la procesión se vio menos gente que años anteriores, los vendedores de estampitas y espigas aseguraron que hubo mayor venta que los años anteriores.