TOKIO.- El gobierno de Japón anunció el fin de la fase de crecimiento económico más larga que tuvo el país desde la Segunda Guerra Mundial y mencionó la posibilidad de una recesión.
Por primera vez desde febrero del 2002, el gobierno se abstuvo de mencionar la palabra "recuperación" en su informe mensual sobre el estado de la segunda economía mundial, y consideró por el contrario que "la economía se ha debilitado recientemente".
Esta omisión constituye el reconocimiento implícito por parte del gobierno de que la fase de expansión más larga que tuvo Japón desde fines de la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin tras 78 meses de crecimiento económico.
"En otros términos, es posible que la economía ya esté en recesión", explicó un funcionario del gobierno que pidió el anonimato a DowJones Newswires.
"La economía japonesa entra en una fase donde no podemos forzosamente permanecer optimistas", declaró el ministro de Política Económica, Yosano.
La expansión cuyo fin acaba de anunciar Tokio sobrepasó en duración los 57 meses de crecimiento del famoso "boom Izanagi", bautizado con el nombre de uno de los dioses tras la creación de Japón, según la religión sintoísta, y que elevó al país al segundo lugar del ranking de la economía mundial a partir de 1968.
Entre 1965 y 1970, la economía japonesa progresó a un ritmo promedio de 11,5% anual gracias a las compras de automóviles, TV en color y aparatos de aire acondicionado para hogares, mientras el crecimiento de 2007 fue de sólo 2,1%.
Japón se enfrenta actualmente a una desaceleración de la demanda de Estados Unidos, principal cliente de sus exportaciones.
Japón, casi totalmente desprovisto de recursos naturales, sufre además de pleno la disparada de los precios del petróleo y otras materias primas.
En junio, las exportaciones japonesas retrocedieron por primera vez desde noviembre de 2003 (-1,7% anual). La producción industrial y la inversión de las empresas también están en fase descendente. Al ver caer sus beneficios, las empresas japonesas se abstienen además de aumentar los salarios. El consumo de los hogares está en retroceso constante desde hace cuatro meses (-1,8% en junio), un fenómeno acentuado por la inflación.
Esta conjunción de factores negativos condujo a varios economistas a pensar que la segunda economía mundial marcha hacia una recesión temporal. Según la definición utilizada, la recesión se caracteriza por al menos dos trimestres consecutivos de retroceso. (AFP)