BEIJING.- Los Juegos Olímpicos arrancan hoy en Beijing en medio de tensiones políticas alimentadas por la presencia y críticas de George Bush, numerosos atletas y líderes mundiales por la situación de los derechos humanos en China. la represión en la región del Tíbet y la contaminación.
Los deportistas ya instalados en la villa olímpica se sumaron a la polémica con una carta firmada por 127 asistentes a los Juegos, dirigida al presidente chino, Hu Jintao, al que reclaman una solución pacífica para la región bajo fuerte influencia del Dalai Lama, respeto a la libertad de expresión y la religión, y la abolición de la pena de muerte.
Las críticas del presidente de EE.UU. (ver recuadro) molestaron al régimen chino, que le pidió que no se entrometa en sus asuntos.
China aseguró ayer estar preparada para ser anfitriona de los mejores Juegos Olímpicos de la historia, pese a la contaminación ambiental y a las polémicas sobre los derechos humanos que arreciaban horas antes de la ceremonia inaugural.
Mientras todas las miradas estarán hoy en lo que suceda en Beijing, en el extranjero se organizaron numerosas protestas contra la represión en Tíbet.
Los organizadores de los Juegos trataban ayer de que la atención mundial se concentrara en lo que prometieron será una espectacular celebración del deporte. "Naturalmente, esperamos que estos sean unos Juegos sensacionales, quizás los mejores", dijo el vocero del comité organizador, Sun Weide.
Para China, son una oportunidad de mostrar al mundo el largo camino que ha recorrido desde que los comunistas llegaron al poder, en 1949, y sobre todo la transformación social y económica de las últimas décadas, tal como sucedió con los Juegos Olímpicos de 1964 en Japón y los de 1988 en Corea del Sur.
"Creo que la historia considerará los Juegos Olímpicos de 2008 como un hito significativo en la extraordinaria transformación de China", dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge.
Sin embargo, las numerosas polémicas que los han precedido continuaron el jueves, incomodando a las autoridades chinas, por temas que van de la fuerte contaminación del aire en Beijing a las discusiones sobre los derechos humanos.
Una mezcla de niebla y contaminación volvió a reducir la visibilidad en la capital a unos pocos cientos de metros. Desde las bocas de tormenta de las calles emanan fuertes olores amargos y ya hubo quejas de distintas delegaciones de deportistas por la fuerte presencia en el ambiente de las frituras de pescados.
El problema de la contaminación es embarazoso para China, porque ha mostrado al mundo uno de los peores efectos secundarios de su histórico proceso de modernización: la masiva degradación del medio ambiente.
La cuestión de los derechos humanos en China también seguía en primer plano, como quedó evidenciado con una carta enviada por 40 atletas al presidente chino, manifestando su preocupación por este tema..
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que también asiste a la ceremonia inaugural, entregó a las autoridades chinas, en nombre de la Unión Europea, "una lista de casos individuales de presos y defensores de los derechos humanos", en busca de su liberación, indicó el ministerio francés de Relaciones Exteriores.
Entre tanto, se señalaban protestas a favor de los derechos humanos y de la causa tibetana en India, Nepal, Alemania y otras ciudades. (DPA y AFP)