Miércoles 06 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Municipales
LA SEMANA EN VIEDMA: Tiempos difíciles

Los diques de contención parecieran que a veces no alcanzan cuando la gente se carga de energía negativa en el pequeño pañuelo poblacional que los rodea en el trato cotidiano.

El intendente Jorge Ferreira quedó como un duque con el club Villa Congreso. Se trata de una de las tradicionales y octogenarias instituciones de la ciudad que recibió de sus manos un amplísimo lote de siete hectáreas para instalar un ambicioso complejo deportivo.

En el acto de entrega -frente al rostro sonrojado y sorprendido de los dirigentes deportivos- el jefe comunal tuvo que soportar un escandaloso "escrache" de los supuestos perjudicados con la donación. Hasta la Policía tuvo que intervenir.

El galope iniciado bastante más atrás llevó a la actual administración a disponer una suba en el valor de las tasas de Conservación de la Vía Pública, con algunos casos de contribuyentes que recibieron boletas con más de un ciento por ciento.

La réplica no se hizo esperar y las quejas sumaron 40. A medida que fue creciendo la calentura comenzaron a aparecer avisos publicitarios de especialistas en derecho tributario buscando cazar contribuyentes molestos.

En esta misma semana comenzó a cobrar fuerza la necesidad de retocar hacia arriba el Impuesto al Baldío con la idea de que esta presión fiscal facilite un movimiento inmobiliario importante en el centro. Este sector de la ciudad vive una ficticia explosión en los precios de carteleras. El rosario de quejas ya se viene encima porque se ve una metodología recaudatoria por encima de una política de Estado.

En el principal despacho de las oficinas de Roca al 100 se relativiza que estas tres situaciones impliquen frentes abiertos que puedan limar la imagen del gobierno comunal.

Sólo se toma como relevancia que las antitapatías se ven potenciadas en el medio de la desesperación de los "okupas" del recientemente constituido a los ponchazos barrio 30 de marzo. Se observa cierto recelo, además, sobre el reclamo de los gremios municipales a los que sólo se les puede reconocer un incremento del 8% de aquí a fin de año.

Hay otra explicación desde el círculo íntimo. Por ahora el amparo argumental es que "frentes abiertos, tenemos todos los días" por lo tanto "sabemos que todas las decisiones que tomemos son complicadas".

El gobierno comunal no muestra simples caprichos. Aun así, en los tiempos políticos que correrán, la única ruta que le permitirá seguir adelante implicará vulnerar varios berenjenales.

 

ENRIQUE CAMINO

rnredaccionviedma@yahoo.com.ar

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