| Miércoles 06 de Agosto de 2008 | Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales |
NEUQUÉN (AN).- Alrededor de las 5:30 de la madrugada de ayer murió Santiago Benítez (20), el joven oriundo de Esquel quien sufrió gravísimas quemaduras mientras festejaba su cumpleaños en el Barrio TCI segunda etapa de esta ciudad, en un extraño y confuso hecho que está en plena etapa investigativa.
Desde Neuquén partió una comisión de Seguridad Personal que fue a buscar el cadáver del joven a Buenos Aires para realizarse en esta provincia la autopsia, entre hoy y mañana, y luego entregar el cuerpo a la familia para que le de sepultura en Esquel.
"Mi hijo que está en Buenos Aires nos avisó tipo 8:30 que falleció Santi en la madrugada y después la fiscal Sandra González Taboada nos informó que el cuerpo lo llevarán primero a Neuquén para practicarle la autopsia y después lo podremos llevar a Esquel para sepultarlo", contó Horacio -padre del joven- a "Río Negro" minutos después de conocerse la noticia.
Lo sucedido aquel día en el Barrio TCI, aún tiene puntos muy oscuros que no pudieron ser dilucidados por los investigadores. Santiago había conocido en Esquel a un joven neuquino de apellido Jaque con el que entabló amistad, a punto tal, que se vino a festejar su cumpleaños a esta provincia.
Como la casa de Jaque es chica , organizó para el mediodía del sábado 26 de julio un asado en la casa de unos amigos que residen en la manzana 13 monoblock 7 del barrio TCI segunda etapa. Allí estaban cuando pasadas las 14 tuvieron que dar aviso al hospital Heller que el joven de Esquel se había quemado tras caer al fuego. En el nosocomio del oeste se le brindaron las primeras atenciones y de ahí se lo derivó al Hospital Castro Rendón donde ingresó directamente a terapia intensiva.
Con el rostro totalmente afectado, al igual que el torso y el brazo izquierdo, los especialistas decidieron trasladarlo al Hospital del Quemado en Capital Federal, porque el cuadro superaba la asistencia que se le podía brindar en Neuquén.
La policía en primera instancia tomó el caso como un accidente doméstico pero cuando el dato llegó a la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas, se ordenó el secuestro de la parrilla y los elementos vinculados a la causa que se encontraban en el domicilio donde se había organizado el asado.
En las testimoniales tomadas a los dueños de la vivienda, éstos ratificaron que fue un accidente doméstico.
Según narraron, Santiago estaba en el fondo del complejo junto a "Peperina", una perra labradora, mientras se aguardaba que llegara Jaque. El dueño de casa se encontraba en el departamento, que queda en el primer piso, bus
cando el equipo de música mientras su mujer permanecía con el bebé que tienen.
De pronto escucharon ladridos y gritos por lo que bajaron de inmediato junto a una vecina que es médica de un centro de salud, y encontraron a Santiago tirado sobre las llamas.
Por su parte, el padre del joven sospechó desde un primer momento que a su hijo lo metieron vivo al fuego. Luego el hombre contó que en un examen médico realizado por los profesionales del Castro Rendón dio positiva la presencia de droga en la sangre de Santiago, por lo que estimó que a su hijo lo drogaron con fines delictivos antes de quemarlo.
"Alguien lo hizo y no sé por qué", dijo el hermano mayor
BUENOS AIRES (ABA).- "Tuve una premonición. Los días que Santiago pasó en el Hospital, mal que mal había podido dormir. Pero la última noche me levantaba cada una hora. Esa tarde lo había visto exaltado. El médico me pidió que no lo acaricie mucho porque se agitaba y no le iba a hacer bien. Lo dejé descansar y me fui antes de que termine el horario de visita. Después de dar vueltas toda la noche en la cama, a eso de las ocho menos diez de la mañana siguiente, me llaman del hospital para que vaya. Había fallecido a las 5:30. Fue jodido levantar el teléfono para contarle a mis viejos, que estaban por salir para Buenos Aires. Después entré a verlo. Los días anteriores tenía vendas. Ya se las habían sacado. Era terrible: estaba todo quemado. Destruido. Del brazo, las costillas y parte de la cara no había piel. Sólo fibras y músculos. Si se llegaba a recuperar iba a estar muy mal. No sé si lo iba a tolerar".Fernando tiene 23 años y es el hermano mayor de Santiago. Fue quien lo acompañó en el Hospital del Quemado en Capital Federal y ayer dialogó con "Río Negro"
Santiago está convencido de que no fue un accidente. "Me voy a aliviar un montón cuando sepa qué pasó realmente. Si hay algún culpable, qué se haga justicia. En un principio la fiscal investigó, pero hace tres o cuatro días que no interroga ni avanza. Sólo sé lo que se comenta. No conozco a la gente con la que estuvo, aunque para algunas personas de Esquel eran conocidos. Es todo confuso. Me imagino un montón de cosas. Pero no un accidente. Fue algo hecho a propósito. Mi hermano no se metería en cosas jodidas. Como cualquier pibe podría hacer alguna travesura, sólo eso. Sinceramente creo que lo tiraron a la parrilla".
El padre del joven dijo que los médicos encontraron drogas en el organismo de Santiago. Fernando aseguró no saber si su hermano consumía drogas, aunque cree que si hubiera sido así, lo hubiese notado. "Como estudio Ingeniería Aeronáutica en Córdoba, en verano e invierno iba siempre a Esquel y laburaba todos los días en la cerrajería con él y con mi viejo. Y a la noche salíamos juntos o nos cruzábamos en el boliche. Creo que hubiese sabido si consumía drogas".
"Nunca imaginé algo así. Charlábamos todos los días por teléfono o por chat. La última vez que hablé fue en la madrugada del sábado, que lo llamé por su cumpleaños. Y me comentó que se iba a tomar algo con unos amigos. No sé qué hizo. Creo que durmió en la casa de ese amigo que tenía en Neuquén, que fue el que habló con mi viejo. Según su versión, mi hermano estaba con tres pibes, de los cuales uno era su amigo. Ellos cuentan que salieron a comprar cerveza y cuando volvieron mi hermano estaba tirado en la parrilla".