BUENOS AIRES (ABA).- "Tuve una premonición. Los días que Santiago pasó en el Hospital, mal que mal había podido dormir. Pero la última noche me levantaba cada una hora. Esa tarde lo había visto exaltado. El médico me pidió que no lo acaricie mucho porque se agitaba y no le iba a hacer bien. Lo dejé descansar y me fui antes de que termine el horario de visita. Después de dar vueltas toda la noche en la cama, a eso de las ocho menos diez de la mañana siguiente, me llaman del hospital para que vaya. Había fallecido a las 5:30. Fue jodido levantar el teléfono para contarle a mis viejos, que estaban por salir para Buenos Aires. Después entré a verlo. Los días anteriores tenía vendas. Ya se las habían sacado. Era terrible: estaba todo quemado. Destruido. Del brazo, las costillas y parte de la cara no había piel. Sólo fibras y músculos. Si se llegaba a recuperar iba a estar muy mal. No sé si lo iba a tolerar".
Fernando tiene 23 años y es el hermano mayor de Santiago. Fue quien lo acompañó en el Hospital del Quemado en Capital Federal y ayer dialogó con "Río Negro"
Santiago está convencido de que no fue un accidente. "Me voy a aliviar un montón cuando sepa qué pasó realmente. Si hay algún culpable, qué se haga justicia. En un principio la fiscal investigó, pero hace tres o cuatro días que no interroga ni avanza. Sólo sé lo que se comenta. No conozco a la gente con la que estuvo, aunque para algunas personas de Esquel eran conocidos. Es todo confuso. Me imagino un montón de cosas. Pero no un accidente. Fue algo hecho a propósito. Mi hermano no se metería en cosas jodidas. Como cualquier pibe podría hacer alguna travesura, sólo eso. Sinceramente creo que lo tiraron a la parrilla".
El padre del joven dijo que los médicos encontraron drogas en el organismo de Santiago. Fernando aseguró no saber si su hermano consumía drogas, aunque cree que si hubiera sido así, lo hubiese notado. "Como estudio Ingeniería Aeronáutica en Córdoba, en verano e invierno iba siempre a Esquel y laburaba todos los días en la cerrajería con él y con mi viejo. Y a la noche salíamos juntos o nos cruzábamos en el boliche. Creo que hubiese sabido si consumía drogas".
"Nunca imaginé algo así. Charlábamos todos los días por teléfono o por chat. La última vez que hablé fue en la madrugada del sábado, que lo llamé por su cumpleaños. Y me comentó que se iba a tomar algo con unos amigos. No sé qué hizo. Creo que durmió en la casa de ese amigo que tenía en Neuquén, que fue el que habló con mi viejo. Según su versión, mi hermano estaba con tres pibes, de los cuales uno era su amigo. Ellos cuentan que salieron a comprar cerveza y cuando volvieron mi hermano estaba tirado en la parrilla".
