Lunes 04 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 36 > Sociedad
La reina del cashemir festeja y sigue
La famosa diseņadora italiana Laura Biagiotti cumple hoy 65 aņos. Su estilo ha dejado una profunda marca en el mundo de la moda.

ROMA (DPA) - En realidad todo tendría que haber sido diferente en la vida de Laura Biagiotti, ya que estudió arqueología cristiana. Pero allí estaba también el taller de costura de su madre, en el que ayudaba de vez en cuando.

La media jornada se convirtió pronto en jornada completa y en vez de buscar en las catacumbas de su ciudad, Roma, reliquias del pasado, Laura Biagiotti se convirtió pronto en una renovadora de la moda italiana.

El lunes 4 de agosto la italiana celebra su 65 cumpleaños. En su juventud estuvo dividida durante mucho tiempo no sólo por sus intereses profesionales, sino confrontada también a dos modelos de rol femenino muy diferentes. "Por un lado estaba mi madre Delia, una mujer activa y con éxito profesional, y al otro mi tía y mi abuela, que dedicaron sus vidas al hogar y la familia de forma totalmente tradicional", recuerda Laura Biagiotti.

"Cuando me decidí por la vida en la moda tuve que elegir para cuál de esos tipos de mujer quería trabajar en el futuro". La elección no le resultó demasiado difícil: en el taller de costura de su madre, fundado en los años 60, nació en 1972 la primera colección con el nombre de Laura Bia

giotti. "Tenía cada vez más la impresión de que se estaba acabando la fase de la moda puramente decorativa. Las mujeres activas profesionalmente tenían otras necesidades".

Esta intuición la compartió con diseñadores como Walter Albini y Mariuccia Mandelli, que dejaron la huella que profundizaría Giorgio Armani.

Todos ellos crearon la imagen aún vigente de la despreocupada elegancia italiana. Y así maduró el nuevo ideal de moda en los años 80, cuando Milán hizo competencia a la entonces incontestable capital de la moda París.

En los primeros tiempos de Biagiotti la escena del diseño italiana se dividía entonces entre Roma y Florencia y sobre todo era la alta moda romana, con sus diseños cortados a medida, la que dominaba la moderna imagen del país.

"De Milán salía entonces una enorme energía. La ciudad era el lugar ideal para propagar el nuevo ideal de la costura". Laura encontró pronto su vocabulario estilístico que caracterizó su escritura: el blanco. "Simboliza para mí la renovación y la reducción. Todo lo que también empujó a los jóvenes creadores de los años 70".

¿Y hoy? "En un momento en el que nos enfrentamos a la contaminación medioambiental el blanco, con su limpieza, parece un refugio", opina.

Inseparable de su nombre es el cashemir: Biagiotti siempre quiso que la ropa proporcionara una sensación agradable. "La reina del cashemir", la denominó "The New York Times".

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