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ENTREVISTA A MIRTA MÁNTARAS, PENALISTA: "El general Vilas usa pañales para hacer creer que está enfermo" | ||
La abogada tiene más de 20 años de investigar la violación de los derechos humanos por parte de la última dictadura, experiencia que en gran parte pivotea en lo sucedido en la Patagonia. | ||
- Usted es una especialista en la naturaleza que tuvo la represión en el ámbito del V Cuerpo de Ejército durante el régimen militar. - Digamos que tengo experiencia en el tema, llevo más de dos décadas investigándolo... - Varios del más de centenar de becarios extranjeros que están aquí estudiando aspectos de la violencia política a partir del '30 saben que el general Acdel Vilas escribió un diario sobre su desempeño en contra de la subversión. Hay una versión de ese diario en internet. Pero parece no contener todo lo escrito por Vilas. Estos becarios procuran establecer lo real sobre este tema. En Ejército dicen no conocer nada al respecto. Vilas no los atiende porque está enfermo. ¿Qué sabe usted de ese diario? ¿Lo leyó? - Sé que el diario es el que está en internet. No lo leí. Sé también que él lo escribió durante la dictadura misma, que se le prohibió publicarlo. - ¿Por qué? - Porque decía cosas que sí, sí, importaban un reconocimiento de cómo se había reprimido, o sea: toda la atrocidad. - El estilo de Vilas, muy directo, cero disimulo en cuanto a cómo se reprimía. Muy diferente de Videla, que era disimulo. ¿Molestaba Vilas al alto mando que lideraba Videla? - No sé si molestaba, porque en el fondo todos ellos tenían un pacto asesino a cumplir. Vilas era fundamentalmente un operativo, como tal encargado de conducir la tarea sucia donde estuviese. Le tocó comandar el Operativo Independencia en el '75 y lo hizo en los términos sanguinarios que conocemos. Él incluso tenía ambiciones políticas. - Él me dijo, durante la dictadura pero ya retirado, en un encuentro circunstancial en la platea de Independiente, que aspiró a ser gobernador de Tucumán. ¿Ésa era su ambición? - Efectivamente. Él esperaba, como resultado del "orden" que había puesto en Tucumán, ser gobernador. Pero ya rumbo al golpe, Videla lo mandó a Bahía Blanca como segundo de René Azpitarte en el V Cuerpo. En cuanto a eso que Vilas está enfermo, no es tan así... - Pero la información que da vueltas es que está psíquicamente muy deteriorado... - Dice él que está "perdido", entonces "no sabe", "no responde". Cuando le hablan, no contesta; pero por lo que sé clínicamente está bien, incluso para su edad, oscila los 80 años. Pero cuando van los peritos forenses para comprobar su estado, él está con los ojos para arriba, la boca ladeada e incluso se hace poner pañales para gente mayor para hacer creer que está enfermo... - Bueno, la dialéctica de los esfínteres suele ser muy anárquica... - Sí, pero todo eso es una puesta en escena. Ya lo conocemos, pero lo cierto es que está apartado de los mandos del proceso, no forma parte de sus expresiones, manifiestos, etc. - En ese encuentro en Independiente, el diálogo se dio fácil porque yo le recordé que había estado hablando con él la noche del 24, en Viedma, cuando le tocó sacar del poder al gobernador Mario Franco, al que abrazó efusivamente y le agradeció declaraciones de Franco denunciando el vacío de poder que implicaba Isabel. Vilas, en la cancha, me habló de la universidad con mucho odio. Incluso sobre algunas extranjeras, Sorbona, Grenoble, donde se habían formado muchos catedráticos... - De la Universidad del Sur, claro... - Pero había odio en sus expresiones, mucho odio. No era una cuestión política, su discurso era algo más que la clásica denuncia que la universidad creaba terroristas, un clásico en el discurso militar. ¿Fue algo diferente en relación con la percepción de otros mandos sobre la universidad? - No me parece. La universidad fue un blanco predilecto de la dictadura, y en el caso del V Cuerpo apuntó con sangre y fuego a la Universidad del Sur y a la del Comahue... Una tarea que se vio facilitada desde un año antes del Golpe cuando el fascista de Remus Tetu fue designado interventor en ambas casas... Ahí comenzó el asesinato de estudiantes, profesores, se desmantelaron cátedras que se fueron al exilio. Tras el Golpe, Azpitarte y Vilas lo único que hicieron fue operar con mayor impunidad contra la universidad. - Algunos de los becarios extranjeros de los que le hablé al comienzo tienden a encuadrar a Azpitarte como un mando más intrascendente que Vilas, más blando. ¿Qué opina? - No estoy de acuerdo. Los mandos de las fuerzas que dieron el golpe estaban absolutamente cohesionados en cuanto a lo que iban a hacer en materia de represión. En eso no había blandos ni duros: eran un único parecer. Lo que pasa con Vilas en relación con Azpitarte es que por ser segundo del V Cuerpo era la cara operativa de la represión. Ninguna otra diferencia. No se tenía el comando de un cuerpo de Ejército si se tenían dudas sobre cómo proceder. En ese terreno, el de cómo reprimir, había una unidad de criterio terminante. La hay hoy... se ve en el hecho de que no hay mandos arrepentidos de lo que hicieron... Por otra parte hay otras cuestiones a considerar cuando hablamos de cómo se reprimió en la esfera del V Cuerpo... - ¿Tiene que ver con la escasa densidad de población que tenía el espacio bajo ese mando? - Es posible que se pueda inferir que debido precisamente a esa baja densidad en relación con otras regiones del país, bueno... la represión eventualmente pudo haber sido menos dura. Los términos de la dureza se miden por la práctica concreta de cómo se reprimió. Pero fue así y eso es lo que quería agregar: desde los objetivos represivos del proceso Bahía Blanca integraba la línea del cordón industrial que interesaba neutralizar en cuanto a la actividad sindical. - A lo largo de estas más de dos décadas de estar trabajando sobre la represión en Río Negro, Neuquén o en todo caso en la Patagonia, ¿usted tuvo en algún momento información sobre el que haya planificado el asesinato de monseñor Hesayne? Hay algunos datos, muy sueltos, que hacia fines del '76 hubo un grupo llegado a Viedma para estudiar esa alternativa y que fue rápidamente desmantelado por el gobierno naval de la provincia... Ese grupo habría estado relacionado con un ex comando civil del '55 que también habría estado en Viedma para ese entonces. Una persona de doble apellido que en aquel lejano '55 habría tenido que ver con la organización de la exposición de joyas de Eva Perón que hizo la Libertadora. Recordemos que para fines del '76 ya habían sido asesinados monseñor Angelelli, dos sacerdotes de sus diócesis, los hermanos Palotinos... - Yo sé que monseñor Hesayne tuvo, en determinado momento, miedo que actuaran contra él... monseñor De Nevares, por su parte, tenía muy en claro cuál era su deber. - Pero monseñor Hesayne nunca tuvo déficit de valentía... - ¡Por supuesto!... No, no, todo lo contrario. Enfrentó con mucha valentía a la dictadura, basta recordar su encuentro con Albano Harguindeguy. Tanto él como monseñor De Nevares fueron muy valientes en semejante tiempo, cada uno con su estilo... De Nevares era más enfático y también es cierto que siempre estuvo respaldado por mucha gente... - ¿Conoció a "Laucha" Corres, el teniente coronel que acaba de fugarse? - Sí, durante el Juicio por la Verdad. Nunca dijo la verdad sobre nada. Hubo complicidad para que ahora se fugara. - ¿Complicidad de quién? - De sus pares, de militares, de policías. Espíritu de cuerpo. - ¿Por qué un ejército cuyos generales de hoy eran tenientes de 24 años en el '76, y cuyos subtenientes actuales no habían nacido al momento del Golpe, se va a implicar en algo así? - Mire, la Secretaría VI del Estado Mayor General del Ejército sigue prestando asistencia a estos asesinos... Y eso que se ha denunciado esa situación. Hay solidaridades, espíritus de cuerpo que perduran. De todas maneras también es cierto que, al menos en lo que hace a las investigaciones que se han llevado a cabo sobre lo hecho por el V Cuerpo en materia de represión, los oficiales y suboficiales que han tenido que declarar en las causas siempre terminaron echándole la culpa al muerto... Siempre el culpable fue un mando superior que, coincidentemente, está muerto... "Ahí estuvo fulano, pero ése murió en Malvinas"... "O ése murió de muerte natural"... Y así se hizo responsable de esto o aquello al mayor Ibarra, quien había muerto... muchos casos así. - Siempre me pareció pura demagogia sostener que hay 30.000 desaparecidos. No invalido el drama vía si este número o aquel número. Stalin decía que un muerto es un problema, un millón de muertos, una estadística. Pero nunca me cerró lo de 30.000. Como jamás me cerraba en el '73 / '74, cuando "La Opinión" hablaba de 50.000 desaparecidos y asesinados en Chile. ¿Qué piensa usted de los 30.000? - Un mínimo cálculo en base a los casos denunciados y los ocurridos, no es ningún invento. La Conadep sólo presentó los casos denunciados. - Pero 20.000 casos más no denunciados tampoco me cierran, por el dolor que implica para todo lo que dejan esos eventuales 20.000, a lo que debe computarse que ya durante la dictadura la gente buscó saber qué había sucedido con los desaparecidos, hubo un fuerte querer saber. - ¿Usted cree que la gente de las ligas agrarias, de los pueblos de la precordillera o de Formosa denunció? - Pero 20.000 más... - No, digo gente que no denunció... - Algún día la historia dirá... - Ya ha dicho mucho...
CARLOS TORRENGO | ||
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