ROMA/ISLAMABAD- De nuevo el Himalaya es escenario de un drama de montañeros: al menos nueve escaladores perdieron la vida luego de que un alud les impidiera el regreso.
Siete de ellos fueron arrastrados el sábado por un segundo alud, mientras buscaban alguna forma de emprender el descenso, según indicaron medios italianos citando a varios montañistas de Corea del Sur, luego de que ayer lograran alcanzar el refugio de base. Se desconoce el destino de una docena de montañistas, informaron los organizadores de la escalada.
Socorristas italianos y paquistaníes organizaron una operación de rescate con helicópteros. Un desprendimiento de hielo a unos 8.200 metros de altura se llevó consigo gran parte de las cuerdas fijas, mientras entre 20 y 25 montañistas se disponían a ascender o descender la cumbre. Siete no lograron escapar del segundo alud.
El italiano Marco Confortola y el director de la expedición, el holandés Wilco van Rooijen, observaban el accidente a menos de 15 metros de distancia. Ambos se salvaron y lograron alcanzar el refugio ubicado a 6.600 metros, donde hay tiendas de campaña, alimentos y tubos de oxígeno disponibles. Otros dos montañistas, entre ellos un serbio fueron arrasados por el alud.
Entre los desaparecidos que intentaban coronar la cumbre de 8.611 metros de altura, la segunda más alta del mundo, figuran tres coreanos, un noruego, un francés y un irlandés.
El K2, en el Karakorum, es la segunda montaña más alta del mundo. Situada en la frontera entre India y Pakistán es considerada una de las cumbres más difíciles de entre todos los "ochomiles" y por ello algunos se refieren a ella como "la montaña del destino".
Además del desprendimiento del bloque de hielo, los expertos señalan que los escaladores podrían haber cometido un error que habría contribuido considerablemente a la tragedia.
Numerosos montañeros de diferentes expediciones iniciaron en las primeras horas del viernes el ascenso hacia la cumbre. Algunos como el vasco Zerain lo lograron en las primeras horas del mediodía y de inmediato emprendieron el descenso, pero otros -según las informaciones- seguían sobre las 20 horas (local) con el ascenso, cuando ya hacía rato que había caído la noche.
"Un error imperdonable del montañismo en masa que se está registrando en los últimos años y de las expediciones comerciales que intentan llevar a cualquiera a las montañas", comentaba enojado el experto Reinhold Messner. (DPA)