CHIMPAY (AVM).- El vuelco del vehículo en el que viajaba un matrimonio de Regina ocurrido el miércoles pasado, reavivó la polémica por la responsabilidad en el tan postergado arreglo del paso transitorio sobre la Ruta 22 y cerca de esta localidad, que cada vez se torna más peligroso. Pero lo más alarmante es el escaso gesto de compromiso por el reclamo de los políticos de la comarca, que no hacen caso a la preocupación de la gente por el rápido arreglo del lugar.
El accidente del 30 de julio protagonizado por un matrimonio reginense instaló nuevamente la polémica por el peligroso "by-pass" ubicado a mil metros del ingreso a esta localidad.
Quizás, el inicio de acciones judiciales que ejecutaría el matrimonio Dónolo-Manegan, primera entre los tantos accidentados que ya cobró el lugar, sirva como detonante para que Vialidad Nacional acelere los plazos de comienzo de la reparación.
El "by-pass" data del 26 de enero cuando un diluvio que la cinta asfáltica cediera por la presión que ejercían agua, lodo y troncos que bajaban con fuerza desde las bardas, haciendo colapsar la alcantarilla y pasando por arriba del terraplén de la ruta hasta hacerlo ceder, logrando que quedara un boquete en el piso.
Esa jornada se llevó aguas abajo una camioneta con un carro para llevar caballos de carrera. Fueron afortunados, pudo ser peor. Hace un par de meses la Defensora del Pueblo le pidió un informe al presidente de Viarse sobre gestiones realizadas, y también al jefe del distrito 20º de Vialidad Nacional sobre la fecha estimada de iniciación y culminación de la obra. Setiembre sería el mes del comienzo. De ser así ¿por qué hubo que esperar tanto?
Si la planta política regional en su conjunto hubiera reclamado, posiblemente la obra estaría culminada o en plena ejecución
Rápidamente construido el desvío, empezaron los problemas. Un utilitario pasó de largo en el terraplén camino al Alto Valle, aunque la mayoría de los accidentes suceden con aquellos que se dirigen al Valle Medio. Fuentes extraoficiales muy cercanas a la policía, reconocieron que en dicho lugar hay un promedio de un accidente cada dos semanas, varios de
ellos sin denunciar porque sus protagonistas, si es que pueden, optan por seguir viaje.
El "by-pass" está otra vez en el ojo de la tormenta; y ya son muchos los que reclama por su arreglo definitivo.