NEUQUÉN (AN).- Horticultores, ladrilleros, comerciantes y albañiles. Esos son los principales oficios que en la región realizan los inmigrantes bolivianos, una comunidad, que según se indicó desde la Pastoral de Migraciones del Obispado neuquino, está signada por el esmero en el trabajo."El boliviano no puede concebir su vida sin trabajar, y para ellos el trabajo no sólo es fuente de vida, sino que es una tarea familiar", explicó Muñoz, a la vez que recordó que la mayoría de los fabricantes de ladrillos de la zona son bolivianos.
La horticultura también es un fuerte para esta comunidad, y esto se plasmó en las últimas dos temporadas de cosecha de tomates, en las que la importante cantidad de productos cultivados por estas familias llevó a regir el precio de este fruto.
"Los que trabajan la tierra empiezan cultivando chacras abandonadas o decaídas y a los pocos años ya tienen su propia parcela y así van prosperando", explicó Muñoz, a la vez que indicó que "a pesar de este esfuerzo que hacen están teniendo problemas en muchos municipios como pasó recientemente en Contralmirante Cordero donde se les prohibió seguir fabricando ladrillos".
A raíz de ese incidente, el cónsul general de Bolivia en Argentina, José Alberto González Samaniego, visitará hoy la localidad rionegrina en un esfuerzo por interceder ante las autoridades municipales.
Mientras tanto desde el Obispado neuquino, el próximo viernes 15 se celebrará el día de la Virgen de la Unidad Nacional, fecha en la que se espera congregar a las familias tanto aymaras como quechuas que residen en la zona.