* La imagen podría ser de cualquier excavadora horadando la tierra bajo un cielo de color indefinido. La diferencia es que es una sonda de la NASA, la agencia espacial norteamericana, la tierra no es la Tierra, es Marte, y el agua...bien, ¿qué le puedo decir del agua? Lo logramos.*
La imagen podría ser ubicada en cualquier barrio de cualquier ciudad, y corresponde a la perversa moda de compartir, vía internet, las autoatrocidades, en una suerte de competencia a ver quién está más influenciado por el planeta Marte, el dios griego de la guerra. La morocha está en el suelo, ferozmente golpeada por una rubia arengada por amigas al grito de ¡mátala, dale a la cabeza!; la imagen que va y viene por momentos marea, dado que la dueña del celular está tan exaltada como las demás. Nada nuevo. La noticia es que el suelo es España, la morocha es una ecuatoriana, la rubia una NIC (nacida y criada), y se suma a los numerosos episodios de xenofobia que recorren Europa y Estados Unidos.
La reacción de las autoridades, por supuesto, es "lamentarse" y "expresar preocupación" ante estas deformaciones de las numerosas legislaciones y medidas drásticas tomadas para detener el flujo migratorio. Estos estadistas no encuentran ninguna relación entre el mandato nacionalista, que sólo "pretende defender los puestos de trabajo autóctonos", y las conductas racistas de gran parte de sus habitantes. ¿Usted les cree? Yo no. En el fondo, lo celebran, puesto que una paliza es más eficaz que un texto legal. Ya sabe, "la letra con sangre entra". Lo logramos.
*Los científicos del mundo califican el descubrimiento de "trascendental", "histórico" y especulan que si hay vapor de agua en las muestras extraídas del polo marciano más frío, las posibilidades de que existan formas de vida, o hayan existido, o puedan existir, son reales. Ya lo sabía Ray Bradbury, quien escribió unas imperdibles "Crónicas marcianas", y si no lo leyó, por favor, hágalo: así sabrá por anticipado lo que haremos en Marte...y lo que harán los marcianos.*
La crónica ubica en contexto esta golpiza feroz. Recuerda y muestra la otra célebre escena, la del subterráneo español, donde un señor caucásico molesta, golpea e insulta a una chica morena ¡también ecuatoriana!,que finalmente, se baja en donde puede. Lo notable de esta información que recorrió el mundo fue la actitud de un argentino que presencia sentadito y quieto, el brutal ataque, sin intervenir. Su "cobardía" fue más importante que el episodio xenófobo. ¡Joder! ¿Dónde quedó vuestro facón y vuestro sombrero y vuestro tango malevo?
Quizás fue lo que pasó con el señor Yabrán: él dijo como al pasar "este fotógrafo me tiene harto" y un sicario más solícito que otro se encargó de José Luis Cabezas. Y quizás es lo que deberían analizar todos los dirigentes de discursos incendiarios, incitadores de guerras heroicas, que luego deben "lamentar" los excesos del grupúsculo ultrafiel. O no. Quizás digan en la intimidad "lo logramos".
Un comentarista político relaciona lo que pasa en Europa con su memoria histórica del hambre en ambas guerras mundiales...Yo apuesto a la memoria histórica de cuando quemaron las naves en América y decidieron que serían sus habitantes de primera y con el tiempo, sus únicos habitantes...La ecuatoriana podría llamarse Túpac Amaru y la española Hernán Cortés. Otro rememoraba nuestra década del '90, ese pozo de maldades. Decía que como había tanta desocupación, aumentó la xenofobia sobre todo con las personas de países limítrofes. Sin embargo, no recuerdo ninguna ley o decreto ni de esa época ni de antes ni de ahora, limitando la llegada de inmigrantes. Más bien tenemos un concepto muy amplio de la aplicación de la ley de inmigración; de modo que sólo hace falta un poco de imaginación para vislumbrar lo que pasaría si...
*A no preocuparse: siempre queda Marte para empezar de nuevo... llegamos, hay agua. Lo logramos.*
MARÍA EMILIA SALTO
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