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LUCA...NOT DEAD | ||
“Luca”, el documental que cuenta prácticamente en primera persona la vida del líder de Sumo, llega la semana próxima a Neuquén y Bariloche. El director del filme, Rodrigo Espina, da detalles a “Río Negro”. Habla también el hermano de esa leyenda del rock nacional, Andrea Prodan. Juntos visitarán la región para el estreno. | ||
NEUQUÉN (AN).- Luca Prodan tenía la facilidad de predecir el futuro. "Hago los temas y nunca sé de qué hablo. Al año, a los dos años, los escucho y pasó exactamente lo que yo había cantado", decía cuando Sumo ya había partido en dos la historia del rock nacional. Con el mismo sentido premonitorio supo anticipar su muerte frente al grabador de un periodista novato, seis meses antes del paro cardíaco que, ya saben, detuvo su marcha. "Me voy a morir dentro de poco, va a ser muy bueno para los diarios que van a poner una notita con la crucecita negra", dijo en el altillo de la casa toda rota de Alsina al 400, donde murió a causa de una cirrosis hepática el 22 de diciembre de 1987, a los 34 años. Como supo, tal vez, que su historia sería contada en 35mm, consciente de ser un pilar del rock tercermundista, de su carisma y capacidad como compositor. No es casual que haya grabado horas y horas de cartas en casetes para mandar a su familia y amigos. Como tampoco es casual que motivara a su amigo íntimo de los agitados '80, Rodrigo Espina, para que lo persiguiera con la cámara en todos los shows, las fiestas, los cumpleaños... y apretara el REC cuando el pelado irrumpía en el escenario con mensajes como "¡para vos, lo peor, es la libertad!". Hoy, ese espíritu libertario de la leyenda más apasionante del rock argentino todavía influye en la vida de Espina. Y cuenta una anécdota que pinta al líder de Sumo de cuerpo y alma. "Noche en el Parakultural, año '86, estábamos viendo un grupo -recuerda Espina-. Yo estaba cerca del baterista y a éste se le caen los palos, y en lugar de dárselos amago dar un golpe yo en la batería. Pero cuando lo voy a hacer veo que estaba lleno de gente que me estaba mirando y me quedo paralizado. Ahí escucho desde el fondo que me dicen: "¡Dale, Rodri- go toca!! No hace falta decirte quien era el que gritaba... Eso era Luca. Rodri-¡go! ¡Adelante!, eso era Luca." Espina no aflojó, siguió para adelante, tanto que dos décadas más tarde logró capturar la esencia de Prodan en un largometraje de rock llamado "Luca". El documental no indaga en el Luca mito, sino que se mete principalmente con el niño y hombre que fue el pelado antes de la fama (cuando todavía no era pelado), en el joven poseído por el frenesí del punk rock londinense de finales de los '70, esos años previos al desembarco en las sierras cordobesas huyendo de la heroína. Y cuando aterrizó en la Argentina de la dictadura militar previa a la guerra de Malvinas para formar Sumo. La historia se construye con datos, grabaciones y testimonios de primera mano, con canciones inéditas y la voz en off del protagonista recuperada de las cartas grabadas en casetes que enviaba a su familia, y de algunas entrevistas e imágenes que contribuyen a desmenuzar la vida de Luca George Prodan, nacido en Roma (Italia) el 17 de mayo de 1953 en el seno de una familia de clase alta. "Esas cartas, esas narraciones que él hace como hijo, como hermano, como novio, como amigo, son la columna vertebral de la película", cuenta Espina por teléfono desde las oficinas de la productora responsable del film (Barakacine) en Buenos Aires, ciudad donde se estrenó la película el año pasado. Desde entonces,"Luca", dirigida por Espina y producida por Aníbal Esmoris y Marcelo Schapces, anda de gira fuera de los circuitos comerciales. Y hora se verá en la región (Neuquén y Bariloche) el próximo fin de semana. En la narración los testimonios del Prodan se mezclan con los de su madre escocesa (Cecilia Pollock) y su hermana (Michella Prodan), los de su hermano Andrea, de sus amigos de la escuela escocesa de la que se escapó (el aristocrático colegio Gordonstoun), de los que compartieron la heroína con él en Italia (aparece Duccio Manelli, uno de los hallazgos más sobresalientes), de Timmy MacKern (el amigo que lo recibió en Traslasierra y mánager de Sumo), de Alejandro Sokol, Germán Daffunchio y Superman Troglio, de las novias argentinas, de Stephanie Nuttal (la inglesa amiga de Luca, integrante de Manicured Noise, banda de culto de Manchester y primera baterista de Sumo). La cámara de Espina también se mete en lo que queda del último refugio terrenal del cantante en una pensión del porteño barrio de San Telmo, en el cuartito que los MacKern le ofrecieron a Luca en Córdoba y en el backstage de la presentación de "Llegando los monos" en el Obras. El hilo conductor son las canciones y las letras subtituladas (muchas son cantadas en inglés) que funcionan como parte del guión. Sin embargo, la música oficial de Sumo brilla por su ausencia debido a que algunos ex integrantes de la banda, principalmente Ricardo Mollo y Diego Arnedo, no autorizaron su uso para el film. "Ellos decidieron no participar, y creo que es un gran error. Yo no se los voy a perdonar nunca. Me parece una gran injusticia que dentro de la historia de Luca no estén por ejemplo dos temas fundamentales que son "Heroína" y "Crua Chan". Esos temas hacían falta en la película y no se usaron por una cuestión de egoísmo total, de paranoia", contesta Espina la pregunta del millón. - ¿Cómo fue el proceso creativo de la película? - Fue arduo, una historia de vida. En algún punto, la peli empieza cuando lo conozco a Luca y a los Sumo y quedo completamente flasheado. Luca era una especie de flautista de Hamelin: nos iba guiando por un camino insospechado para la Argentina. Acá estábamos escuchando a Génesis... no sabíamos que era el punk. Y Luca nos vino a enseñar eso. Él en sus cartas decía: "Te estoy enseñando la new wave reggae soul music. - ¿Vos filmabas los recitales? - Si, eso fue después, porque antes hicimos un corto juntos. Yo estaba haciendo "El día que reventaron las cámaras de gas" y por esos azares de la vida conseguí que Luca actuase y a partir de ahí nos empezamos a hacer amigos. Y fue Luca el que me dijo: "Che, por qué no venís a filmar" y ahí comenzamos a filmar los shows. - Conocerlo, ser su amigo, ¿te condicionó a la hora de filmar? - Completamente. Condicionado por el corazón, por el amor que le tuve. Yo sabía que iba a ser una búsqueda, que no estaba haciendo una película con piloto automático. Sabía que estaba haciendo una película donde estaba completamente comprometido. Y Gracias a Dios tuve no sólo un socio, sino también un equipo que se sumó con la misma energía y la misma sintonía. ¡Lo que fue el laburo de edición! (suspira). Desde que finalizó el rodaje había que terminarlo en dos meses. Nos miramos con Alejandro Soler, con Francisco, con Pedro, del equipo de edición y vimos los estantes, vimos que había 150 horas de material...Pero bueno, lo terminamos. - ¿Cómo está estructurada? - La idea conceptual fuerte es que la película la narra Luca. Basicamente por un lado están las cartas que él mandaba a su familia y a una novia que tenía en Inglaterra. Decía: ¡Uy estoy acá en Córdoba, no sabes lo que es Córdoba, el cielo y las estrellas..", porque Luca era noctámbulo, entonces casi siempre las escribía de noche, y cuando todos los MacKern se iban a dormir, ahí es donde Luca se quedaba solo. Se iba afuera, al lado del arroyo, y desde ahí grababa. Decía: "¡No saben lo que es Argentina ...¡es un fucking re país! ustedes piensan que Argentina no existe y es más grande que Inglaterra". - Contame de Duccio, el compañero hippie romano de Luca. - Luca le había grabado una cinta que se la hicimos escuchar después de treinta años. Se escucha que Luca dice: "Mándenle todo mi amor, todo mi amor, todo mi amor...", así nueve veces. Duccio nunca se enteró hasta después de la muerte de Luca. Él iba a venir a la Argentina con Luca pero no se animó a hacer el viaje. - ¿Cómo lograron encontrarlo? - ¡Preguntando por la calle! La familia no quería saber nada con que encontráramos a Duccio. Era como el mal amigo. - ¿El que lo llevó por mal camino? - No se quién a quién (ríe). El día que lo encontramos nos citó en una especie de night club. Nos había citado a las 10 de la mañana y él hasta las 9.30 había estado jugando al poker. Yo lo encuentro y lo empecé a abrazar y él dice: "¡Sáquenme a este tipo de encima!". Yo estaba emocionadísimo, todos lo estábamos. Entre las grabaciones que dejó Luca hay una que puede escucharse en Youtube, donde critica y hasta cuestiona a sus padres. "Mis padres a mí me tienen una envidia impresionante porque yo hice lo que quise. Y claro, para hacer lo que querés tenés que bancarte los golpes", dice, entre otras cosas. -¿Qué podés decir de la relación de Luca con sus padres?. - Hay que ver más globalmente la historia. Luca habló mal de sus padres y habló bien de sus padres. En la película, hay una secuencia de 10 minutos que habla de la relación con el padre, que es muy fuerte, conflictiva. Es como el encuentro de dos generaciones. Cuando Luca vuelve con las primeras cintas de Sumo a hacérselas escuchar, éste le dice: "Pero, ¿es rock and roll?...", como diciendo "vos estas para muchos más". - ¿Y la madre?, dicen que es una persona fascinante... - Sí, es genial. La película no sería lo mismo sin la madre. Las 12 horas que hicimos con la madre fueron dificilísimas porque hablaba inglés, italiano, francés, chino, costaba mucho seguirla. Pero en un momento comienzo el reportaje y le digo, "¿Como nace Luca?". Y ella dice: "Luca...¡Luca nace en la ópera!" . Y nos cuenta toda la historia de cómo ella rompió bolsa en el primer acto de una función del estreno de una versión del Cascanueces en Roma. Todos le decían que vaya a la clínica, pero ella les dijo: "No, voy a quedarme hasta el final de la obra". Y así nació Luca. - Preferiste quedarte con el Luca persona y no con el mito, ¿fue así desde el principio del rodaje? - Fue siempre así. Pasa que es muy difícil convivir con el recuerdo de un amigo y con el protagonista de un proyecto tan personal . - Puedo entender el encantamiento porque Luca fue un personaje. - Era un personaje irresistible. Era igual que la madre, porque son narradores exquisitos. Al hablar con Luca salía China, África, historia mundial. Luca sabía mucho de todo. Luca murió leyendo, leyó hasta el último día de su vida. - ¿Luca era un libertario, una anarquista? - Un anarquista con sus armas que eran la creatividad y el humor. En sus últimos reportajes, Luca hablaba constantemente del amor. - También de la muerte... - Sin lugar a dudas, se la veía venir. Desde muchos años Luca tuvo una relación directa con la muerte. Siempre, desde que se conocieron, Espina supo qué tipo de persona era Luca. "Un ávido de la vida", apunta el director. Por eso buscó no encarar el mito y ahondó en el personaje. Su intención fue clara desde el principio: retratarlo como era, un hombre sensible e intenso, "una bestia humana" (palabras de Marcelo Gillespi ). Alguien que sufría con la muerte de su hermana por la heroína contra la que él mismo luchaba. Alguien de gran curiosidad que mucho antes de venir a la Argentina fue a ver a una adivina que le dijo: "Irás a un país que se llama Argentina y serás la reencarnación de Eva Perón".
FLORENCIA LAZZALETTA culturanqn@rionegro.com.ar | ||
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