Tanto el gobernador Miguel Saiz como el intendente Marcelo Cascón reafirmaron esta semana la decisión de acelerar el traspaso del área Catedral al municipio con la solemnidad que caracteriza los "acuerdos" de gobierno.
Si se cumple el demorado compromiso -anunciado hasta el cansancio- antes de fin de año el municipio tendría el dominio pleno sobre uno de los principales recursos de la economía local y podría afianzar su política turística con un control más estricto sobre las prestaciones del centro invernal.
Desde Viedma, Cascón admitió que las deficiencias de servicio del cerro y el triste papel realizado por el órgano de control demandan una revisión. Ese cambio, en su opinión, se limita a "dotar de herramientas técnicas al Enrecat". El mandatario prefirió guardar silencio cuando se le pregunto si pensaba dar al contralor la autoridad, la autonomía y la decisión política suficiente para que realice una fiscalización efectiva de la concesión.
Y la pregunta es clave porque la responsabilidad primaria no es de la empresa que explota mal el recurso sino del Estado que lo concesiona y tiene la obligación de velar por el bien común.
Desde esa óptica fue triste la actuación del ente de contralor. Ante la multiplicación de quejas de turistas y residentes que padecieron largas colas y restricción de las prestaciones, tanto en la base como en el tercio superior de la montaña, el presidente del Enrecat se limitó a repetir los argumentos de la prestadora, a la que debía fiscalizar, disculpando las falencias registradas.
En el resumen de lo expuesto por el funcionario, Roberto Medvedev, los problemas y fallas registrados obedecieron únicamente a "la falta de nieve". Un argumento repetido alegremente por el ministro de Turismo Omar Contreras y Cascón. La pregunta de sentido común que no se puede soslayar es cómo se justifica que en una temporada carente de nieve la empresa no tenga en condiciones los medios del tercio superior y los troncales que permiten acceder a la cumbre de la montaña, único segmento que atesoraba el escaso manto níveo.
Enumerar los remontapendientes rotos o parados desde la apertura del centro invernal resulta engorroso por la extensión de la lista. Pero tal vez alcance con señalar sus consecuencias: no pocos operadores brasileños abandonaron indignados la ciudad, evaluando a qué centro invernal llevar su clientela el año próximo.
Y no es para menos, la diferencia entre el servicio promocionado y el prestado es abismal. La concesionaria asegura en su sitio web que tiene capacidad para producir 10 hectáreas de nieve artificial, en línea con los compromisos asumidos con la renovación contractual. Este era el año para demostrarlo pero CAPSA no puso en marcha la infraestructura instalada .
Una liviandad reprochable ante una concesionaria con un largo historial de incumplimientos que fue salvada de la rescisión contractual en, al menos, tres oportunidades. A saber:
" En junio del 2001 el entonces gobernador Pablo Verani amenazó echar a las dos empresas del cerro, que acumulaban una millonaria deuda de canon. CAPSA debía más de $ 1,5 millones pero el "si no pagan se van" quedó en el olvido.
" Ese mismo año se iniciaron acciones judiciales porque la empresa operó sin seguro de caución, falta que era causal de rescisión pero no pasó a mayores.
" Más grosera aún fue la ley que sancionó la Legislatura para que el Ejecutivo provincial pudiera firmar la readecuación de contrato y unificar la explotación de Catedral con una empresa en convocatoria de acreedores, a fines del 003. Detalle al que se suman la falta de seguro de CAPSA cuando ocurrieron los accidentes en la línea de Princesa y la Cuádruple o la más reciente caída de una telecabina en la línea Amancay, que todavía esperan una definición.
Finalmente la nieve cubrió las pistas, multiplicó sonrisas y, para muchos, alivió con su gélido manto los sinsabores del mes pasado. La gran incógnita es: qué harán las autoridades con esas "deficiencias" que perjudicaron el destino turístico. ¿Las faltas observadas se apuntarán entre los cambios que el poder concedente debe exigir al concesionario o pasarán descuidadamente al olvido, ocultos bajo la "alfombra" blanca que renovó la deteriorada imagen del Catedral?
MARCELA BERDÚN
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