Lo que parecía imposible, al menos para un mortal, lo consiguió anoche Djokovic en la semifinales del MS de Cincinnati. Después de 32 victorias al hilo en diferentes superficies, Rafael Nadal, número uno del mundo a partir del 18 de agosto, mordió el polvo de la derrota ante una serbio que hizo todo perfecto, y que ahora irá por el título ante Andy Murray.
Fue un partido espectacular el que brindaron el por ahora 2 y el 3 del planeta. Jugado al límite de los músculos y las fibras, con enorme talento. Como lo hizo en marzo, en las semifinales de Indian Wells, Djokovic le encontró rápido la vuelta al español y durante el primer set no dejó demasiadas dudas: fue 6-1.
Claro, conociendo a "Rafa" el partido aún seguía abierto y el interrogante estaba en ver si el serbio mantendría el nivel del parcial inicial. Y vaya si lo hizo. Nadal levantó y el juego se tornó emocionante, disfrutable por donde se lo mire. Llegaron 5-5 y Djokovic quebró, apretó el puño hacia el cielo y supo que ese partido no se le escaparía. El segundo terminó 7-5.
Murray será su adversario. El octavo favorito se impuso a Karlovic por un doble 6-4 y con esta victoria alcanzará su mejor posición en el ranking cuando llegue al sexto puesto, unos días antes del comienzo de los Juegos Olímpicos. El británico sueña con su tercera victoria en el 2008, pero la tendrá muy complicada.