as pocas producciones del invierno siempre intentan ser el anzuelo previo para lo que vendrá el próximo verano. Se producen nuevos trabajos para que los festivales que vienen sirvan de vidriera y allí se puedan mostrar con todo el despliegue. Y los pocos que tienen la posibilidad de grabar, entraron en una corriente que bien podría denominarse retro.
Claro, hablar así hasta suena ajeno al folclore, pero es la palabra que define con justeza lo que sucede, porque los que graban eligen los viejos temas que garantizan éxito.
Y estos no son caballitos de batalla, sino buenas selecciones que alguna vez hicieron otros. Los Guaraníes suelen referenciarse con Los Cantores del Alba, el Dúo Coplanacu lo hace con frecuencia con Atahualpa Yupanqui y Los Carabajal lo hacen con sus propios temas, esos que en otros tiempos garantizaron éxitos.
Pero si uno hace un repaso sobre las últimas grabaciones de los folcloristas más reconocidos, inevitablemente encontrará que en cada trabajo hay uno o dos temas del pasado, esos que uno tiene que buscar en algún viejo exponente para volver a escuchar. Temas que a lo mejor fueron grabados cientos de veces, pero que no por eso son más fáciles de grabar e implican todo lo contrario. Hay que hacer de cada tema un estilo propio, que lo distinga del resto en el modo de llegar a la gente, porque existen quienes interpretan un tema y le ponen el alma y otros que no y al final uno termina diciendo que le gustó tal o cual intérprete.
Nadie como Los Guaraníes para los temas de Los Cantores del Alba, es que lo mamaron desde chicos, nadie como Los Carabajal para las chacareras más sentidas, porque hay temas que le sientan mejor a unos que a otros.
Existe una vuelta atrás, una mirada distinta al folclore de antes, a ese que en la década del 60 hizo furor y que en un tiempo fue visto con cierto recelo. Se decía que aquel que no innovaba no se subía al tren del éxito. Pero ahora, innovar sigue siendo el objetivo, sin dejar de lado lo tradicional.
Una mirada a Cosquín y Jesús María del verano pasado, indica que los temas más tradicionales como "La zamba del negro alegre", "Esta noche no voy", "Chacarera del rancho", "Desde el puente carretero" "Malagueña", fueron los que más siguió el público, los que se aplaudieron de pie, los que despertaron el baile en medio de la gente.
Y todos lo admiten, que el folclore tradicional, ese que en otro tiempo se pasó de moda, vuelve a ocupar los primeros planos de las preferencias a la hora de cantar o grabar folclore, porque significa apostar a esos mismos temas que se fueron aprendiendo a lo largo de generaciones y generaciones.
Los mismos Nocheros en su último trabajo hicieron una apuesta a viejos temas que nunca dejaron de escucharse, pero que perdieron difusión. Y eso que Los Nocheros se pueden dar el lujo todavía de elegir lo que quieran para interpretar, porque sea lo que fuere que hagan en el terreno del folclore romántico, siguen cosechando adhesiones. Y los nuevos, los que recién empiezan a mostrarse, van a lo seguro, hacen temas que la gente conoce, que la gente acompaña.
Es bueno que los grandes autores estén de nuevo en boca de todos, porque si la música sube al escenario con estos viejos temas, los autores de otros tiempos, de las décadas de oro del folclore, volverán a estar en el lugar que nunca debieron perder.
El folclore tradicional, el folclore de calidad, ese que hicieron grandes autores e intérpretes, jamás se pasa de moda y está visto que nuevas generaciones así lo entendieron.
JORGE VERGARA
jvergara@rionegro.com.ar