Sábado 02 de Agosto de 2008 Edicion impresa pag. 41 > Policiales y Judiciales
Violento asalto a un supermercado de Bariloche
Encapuchados golpearon a un gerente y a uno de los repositores. Encañonaron a las cajeras y se llevaron el dinero de las cajas.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Dos delincuentes armados y encapuchados amenazaron a las cajeras y al gerente de un supermercado en el barrio Alto y en pocos minutos se llevaron el dinero que había en efectivo, luego de golpear al responsable del local y a un repositor externo, por el sólo hecho de encontrarlo en su camino.

El episodio ocurrió minutos antes de las 9 de ayer en la sucursal del supermercado "Todo" ubicada en la esquina de Onelli y La Paz, cuando los delincuentes, que conocían el local a la perfección, ingresaron por una puerta lateral, tomaron posiciones estratégicas, y tras amenazar al personal se alzaron con los aproximadamente 2.500 pesos que había en una caja de seguridad del comercio para iniciar las actividades. Los testigos creen que un tercer delincuente ofició de campana y respaldó a los asaltantes desde el exterior, pero la versión no fue confirmada por las autoridades.

En pocos minutos convergieron en el lugar los expertos de Criminalística y varios patrulleros que realizaron un intenso operativo en toda la zona, pero no obtuvieron los resultados esperados, porque fueron escasos los datos útiles que sobre los sospechosos pudieron brindar las víctimas.

La cadena de supermercados "Todo" sufrió abundantes robos en horario nocturno, cometidos por delincuentes que lograron neutralizar o desconectar los sistemas de alarma, y también varios asaltos con armas. En uno de ellos, ocurrido en el barrio La Cumbre, los delincuentes balearon al policía que realizaba la custodia adicional, y en otro, cometido en la sucursal de El Bolsón, una banda de cuatro policías en actividad ejecutaron al agente que custodiaba el local, presuntamente porque los había reconocido.

En la misma sucursal asaltada ayer, el 3 de marzo de 2000, un delincuente solitario abordó al gerente cuando se retiraba del local y ascendía a su automóvil, y le efectuó un disparo a quemarropa en el abdomen para obligarlo a reingresar al supermercado. La víctima, Marcos Nahuelquín, debió entregarle al asaltante todo el dinero que habían recaudado esa mañana, y después logró conducir su auto hasta un sanatorio privado, donde lo intervinieron quirúrgicamente.

Tres meses antes de ese episodio, el 10 de diciembre de 1999, una banda de tres pistoleros armados irrumpió en la sucursal ubicada en Pasaje Gutiérrez, de donde robaron 3.000 pesos a las cajeras, y balearon en una pierna al suboficial que realizaba servicio de custodia adicional. Después escaparon en un Taunus blanco donde otro delincuente los aguardaba al volante, pero el vehículo fue ubicado por la policía pocos días después en un taller de pintura de la calle Vilcapugio, cuando ya lo habían comenzado a pintar de celeste, y toda la banda fue detenida y condenada, salvo el conductor, que se acogió al beneficio del arrepentido para evitar la sanción.

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