SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Las aspiraciones del gobierno por cerrar el conflicto en torno de la titularización de tierras de cerro Chapelco deberá moderarse, porque la comunidad Curruhuinca rechazó un acuerdo similar al ofrecido y aceptado el miércoles por sus vecinos, los Vera, y al cierre de este despacho realizaba una asamblea, de la que podrían surgir medidas de acción directa.
Los Curruhuinca dieron un plazo de 72 horas para rever la propuesta, pero el gobierno ya anticipó que cualquier disputa sobre lo ofrecido deberá dirimirse en la Justicia. La situación con los Curruhuinca era ayer incierta.
La distensión que se produjo tras la reunión con los Vera en Chapelco, por la regularización del lote 69 A, que permitió cerrar un conflicto de diez años con esa agrupación mapuche, se trastocó en tensión cuando la misión encabezada por el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, se reunió con los Curruhuinca liderados por el lonko Ariel Epulef, en los salones del hotel del ISSN.
Como informó este diario ayer, el arreglo con los Vera consistió en el reconocimiento y titularización del lote 69 A, que abarca la mismísima base del complejo de esquí cerro Chapelco y llega casi hasta la cota intermedia de la montaña. De esa normalización dominial se excluyen las propiedades de terceros (restaurantes, casas de té, galpón de Vialidad, clubes, ejércitos y bienes e infraestructura de la concesión). Luego, los Vera recibirán un único pago equivalente a 70.000 dólares, y un canon anual de 50.000 dólares (revisable cada cuatro años) por los próximos 30 años, renovable automáticamente si hay acuerdo de las partes.
Los Curruhuinca, por su parte, pretendían el comanejo de un único territorio incluyendo el estratégico lote 69 A, opción que los Vera rechazaban esgrimiendo documentación histórica sobre el linde entre ambas comunidades. El gobierno neuquino, al cabo, ratificó el criterio de los Vera tras el análisis de los antecedentes históricos y jurídicos.
Sin embargo y según trascendió luego de la reunión a puertas cerradas en el céntrico hotel, Tobares ofreció a los Curruhuinca un arreglo similar a los Vera, salvo por el "punto A", en el que se les reconocía como propia una franja de tierra lindante, al Este de la base, que abarca el sitio por donde pasa la actual planta de tratamiento pero no comprende ninguno de los lugares de emplazamiento de los medios de elevación de Chapelco.
Por lo demás, la oferta oficial también incluía el pago de un único resarcimiento de 70.000 dólares y el pago anual y renovable por 30 años de una suma equivalente a 50.000 dólares.
Siempre según los testimonios recogidos por este diario, los Curruhuinca objetaron el "punto A" y dieron al gobierno 72 horas para revisar el acuerdo con los Vera y hacer una propuesta integral.
Desde luego, el gobierno ya firmó el compromiso con la comunidad Vera, de modo que será difícil que vuelva sobre sus pasos. En cambio, si el acuerdo resultare imposible, alentará a los Curruhuinca a presentar sus demandas a la Justicia, para que sea ésta la que dirima el entredicho.
Así las cosas, los Curruhuinca deliberaban al cierre de este despacho, y no se descartaba que asumieran medidas de acción directa, con cerro Chapelco como escenario.