NEUQUÉN (AN).- Mientras la Cámara Inmobiliaria de Neuquén difundió que la capital se encuentra entre las dos ciudades más caras de la Patagonia para alquilar una vivienda, y dentro de las tres más caras para comprar, ayer, medio millar de vecinos marcharon al Concejo Deliberante para reclamara la puesta en práctica de una política desde la comuna para solucionar el déficit habitacional.
Este grupo, nucleado en la organización Barrios de Pie, fue a solicitar a los concejales el rápido tratamiento de alguno de los tres proyectos de emergencia habitacional, algo que permitiría el desembolso de partidas presupuestarias para dar respuesta a uno de los problemas más complejos de la provincia. Se cree que el déficit de viviendas llega a las 20.000 familias aquí, y que en la provincia son cerca de 40.000.
Ayer, ante una consulta de este diario, el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria, Guillermo Reybet, dijo que dentro de la Patagonia, "sólo Comodoro Rivadavia mantiene precios de alquiler más elevados que Neuquén". Además, indicó que si se compara los precios de compra-venta de viviendas y departamentos, esta ciudad ocupa el tercer lugar, sólo superada por Bariloche y la ciudad chubutense, ubicada en segundo lugar.
Reybet agregó que dentro de las causas impulsoras del alza de precios figuran la inflación, con el consiguiente freno en las nuevas construcciones y la baja en el número de propiedades disponibles. A esto se suman las características de Neuquén como una ciudad con muchos requerimientos del sector vinculado a las empresas petroleras (y el poder adquisitivo diferencial de este segmento poblacional), lo que configura un panorama de "déficit y tendencia a la suba de precios, sólo si se tiene en cuenta a los inquilinos y compradores de viviendas destinadas a la clase media alta". No obstante, describió un panorama por demás complicado para quienes apuntan a una casa, por fuera de este grupo poblacional.
Por un lado, las clases medias y medias bajas, "que para comprar tienen que afrontar una taza alta de créditos hipotecarios, que hoy es del 26% anual". Señaló que es necesaria para ellos "una política de subsidio a los préstamos, por parte del Estado, a la manera de Mendoza", donde por una ley, "la provincia pone el 7% del monto que los tomadores de créditos deben pagar en créditos hipotecarios a la vivienda".
Para los sectores de bajos recursos, Reybet indicó que "la situación es todavía más difícil". "No se deben permitir más tomas. Pero el Estado debe proveer de servicios tierras propias, y otorgarlas a quienes ahora pugnan por una vivienda. La provisión de los servicios sería un estímulo para la construcción. Deberían ser tierras que se pudieran pagar a 30 y 40 años.