NEUQUÉN (AN).- Una banda compuesta por seis personas, entre hombres y mujeres, ha comenzado a operar en la provincia aplicando la modalidad de robo de cajeros automáticos conocida como pescadores. Ya se produjeron dos casos el pasado fin de semana y la policía teme que en los próximo días, que son de pago, se agudice el accionar delictivo por lo que salieron a advertir a la población.
El subcomisario Oscar Longo del departamento de Delitos Económicos brindó detalles del modus operandi de esta banda que estaría apunto de quedar identificada gracias a las grabaciones de seguridad de los bancos afectados.
La vieja técnica del pescador constaba de un sujeto que ponía un objeto que simulaba muy bien el slot de ingreso de la tarjeta y cuando el cliente creía que se había trabado el sistema entraba una mujer que fingía ayudarlo y le hacía introducir la clave varias veces para memorizarla. Después que el hombre se iba resignado la persona sacaba el pescador con la tarjeta y en otro cajero realizaba las extracciones.
"A esa modalidad le han hecho una variante que es la que hemos detectado en la región. Se dio un caso en Roca, otro en Cipolletti y dos acá en Neuquén", explicó el subcomisario.
La variante mantiene todas las características anteriores nada más que la persona que ingresa a ayudar al cliente, que no entiende porque se trabó su tarjeta, le marca un supuesto número telefónico desde su celular. De esta manera, en vez de darle asistencia pone a la víctima en contacto con un cómplice, que lo atiende del otro lado de línea fingiendo ser la red bancaria. Así, con ensayada actitud de promotor telefónico le solicita distintos datos entre ellos la clave. La frutilla del postre, es la despedida: le dice que vuelva en horario de atención para que se le restituya el plástico.
Posteriormente sale el cliente junto a la mujer que fingía dar ayuda y a los pocos minutos ingresa el cómplice que saca el pescador con la tarjeta y en otro cajero aprovecha para realizar extracciones.
"Además de las extracciones también realizan compra por débito y hasta suelen abrirse una cuenta bancaria con datos apócrifos donde derivan fondos de la cuenta del cliente birlado", confió Longo.
Los delincuentes trabajan en pareja, los hombres introducen los pescadores y las mujeres las que ofrecen ayudar a la persona que acude al cajero ha realizar un operación.
De los dos casos registrados en Neuquén uno fue por 2.600 pesos y el otro superaría ampliamente los 1.000 pesos, de acuerdo a lo que confiaron desde la división de delitos económicos. La policía advirtió que en caso de inconvenientes con la tarjeta en el cajero se comuniquen al 101 pues los uniformados del Comando Radioeléctrico han sido capacitados para detectar estos casos. También se recomienda no abandonar el plástico que -al no tener la clave- es inservible para los delincuentes.