Aunque no atraviesa un buen momento, muchas de las expectativas olímpicas de la Argentina en materia de tenis están depositadas en el talento de David Nalbandian. El cordobés se mostró optimista de cara a Beijing y dijo que desea quitarse "una espina clavada", por su ausencia en Atenas.
"En 2004 tuve una experiencia agridulce. Me lesioné dos días antes de competir y no pude participar. Ahora, tengo muchas ganas de ganar una medalla, aunque será muy difícil", declaró el cordobés, que junto a Guillermo Cañas, Juan Mónaco, Agustín Calleri, Gisela Dulko y Betina Jozami partirán el lunes rumbo a China.
Ayer ellos y los capitanes Alberto Mancini y Ricardo Rivera ofrecieron una conferencia de prensa de despedida donde David dijo que posee una "motivación extra" para ganar una medalla, "Luli" señaló que más allá del "año difícil" de la Legión, posee "mucha confianza", Dulko señaló que "será un sueño" lograr una presea en los Juegos y "Willy" añadió que para él "serán especiales", porque se convertirán en los primeros y últimos de su carrera.