CIPOLLETTI (AC).- Los directores de los tres niveles de las escuelas cipoleñas exigieron públicamente el traspaso de los comedores escolares a la órbita del Ministerio de Familia de la provincia y de Acción Social de los municipios. Propusieron que sean implementados en los centros comunitarios que funcionan en los barrios.

Reclamaron además que, en aquellos casos donde los comedores cumplen una función pedagógica, su actividad esté reglamentada. Pusieron como ejem-plo los que existen en las escuelas de jornada extendida o completa y en los establecimientos de educación especial.

Hoy, los delegados de todas las escuelas de Cipolletti se reunirán en la sede del gremio docente para comenzar a trabajar en esta reglamentación que luego será presentada al Consejo Provincial de Educación (CPE).

La posición de los equipos directivos surgió ayer luego de una reunión que realizaron para evaluar la situación que generó en las escuelas la muerte de Paola Ayelén Sepúlveda que se ahogó mientras almorzaba en el comedor de su colegio.

Todos remarcaron "el estado de vulnerabilidad" en el que se encuentran los maestros y recalcaron que en el caso específico de la escuela 285 de Puente 83 "se responsabiliza a los docentes" pero que "nadie habla de que la ambulancia llegó tarde y que en el centro de salud no había un médico que pudiera resolver la situación".

Durante cerca de dos horas debatieron una solución para los comedores escolares y concluyeron que "superada la crisis que obligó a las escuelas a prestar este servicio es necesario exigir a las autoridades del Ministerio de Familia y de Acción Social de los municipios que analicen la forma en que serán traspasados a otras órbitas. Y, en el caso de los que cumplen una función pedagógica que se reglamente su funcionamiento y se designe maestros auxiliares que se ocupen de esta tarea".

Luego de solidarizarse con sus pares de la escuela 285, recordaron que los comedores se comenzaron a instrumentar durante la década del 90, por "una cuestión de solidaridad y de sensibilidad" con la crisis que golpeó a vastos sectores del país. "Cada escuela se fue organizando para colaborar con el futuro de los chicos de la mejor manera posible y hoy nos encontramos con episodios que nos demuestran en qué condiciones de debilidad nos encontrábamos", se sinceraron.

Reconocieron también que desde hace algunos años "se naturalizó" el hecho de que las escuelas tienen que tener comedores, así como de que se debe ocupar de otras cuestiones sociales como la violencia o la salud de los niños. "Cuando hablo de escuela estoy hablando de docentes que voluntariamente llevan adelante este tipo de acciones para paliar las situaciones con las que se encuentran", aclaró una de las directoras.