SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La ausencia de un horizonte electoral redujo al mínimo la actividad de los partidos políticos en Bariloche, que en la mayoría de los casos no conservan siquiera un espacio físico para atender consultas y reunir a los militantes.
Por estos días solo tienen sede permanente en esta ciudad el Frente Grande y el Partido Provincial Rionegrino. Otras fuerzas tanto o más importantes tuvieron locales de campaña, pero los cerraron luego de los comicios municipales del 18 de mayo.
Desde entonces, el partido que exhibió mayor vida interna fue el Justicialista, que renovó autoridades hace menos de un mes. El secretario general electo, Jorge Vallazza, dijo que la nueva conducción no asumirá hasta a mediados de agosto, pero ya están buscando "una casa para alquilar", donde funcionará la Unidad Básica.
El PJ tiene en Bariloche unos 5.100 afiliados, pero arrastra una historia reciente de vaciamiento y rupturas que afectaron seriamente su presencia territorial.
Vallazza aseguró que espera contener a todas las líneas internas y desarrollar un trabajo "en dos ejes", que permita por un lado "formar militantes y discutir política" y también que tenga "espacio para la acción, con asesoramiento legal, capacitación y otros servicios, aunque sin confrontar con el Estado".
El partido SUR, en tanto, entró en franco declive luego de perder el gobierno municipal. El presidente a cargo, Luis Ledesma, dijo que no tienen una sede fija y que "alquilan algún quincho" cuando necesitan hacer una reunión ampliada de militantes.
Reconoció que estuvieron "sin mucha actividad" en los últimos dos meses, pero aseguró que "la militancia ya pregunta qué va a pasar en el 2009 y 2011", de modo que en breve instrumentarán una nueva convocatoria. El partido vecinal que conformó el ex intendente Alberto Icare cuenta actualmente con 480 afiliados.
La UCR fue en los últimos años un partido con fuerte vida interna, pero hoy está paralizado por la intervención. A pesar de ser gobierno en el municipio, no tiene un comité de puertas abiertas y sus principales dirigentes entraron en letargo, a la espera de la "normalización".
En esta ciudad el partido tiene unos 4.000 afiliados activos y el último secretario general fue Claudio Otano, quien cesó en el cargo por decisión de la intervención provincial.
Desde entonces el comité Bariloche (que siempre funcionó en inmuebles alquilados) desapareció como referencia unificadora y sólo mantienen algunos ateneos con actividad pública muy acotada.
"El partido se quedó sin una presencia articulada, como no había ocurrido jamás desde 1983 -admitió Otano-. Está haciendo falta un espacio de debate, y más en este momento". Sin fijarse plazos, dijo que procuran un acercamiento "con la gente de la intervención" para recuperar el funcionamiento interno.
En el Frente Grande la realidad es bien distinta. El partido que nació en los '90 alrededor de figuras nacionales como Chacho Álvarez y Graciela Fernández Meijide, mantiene desde entonces en Bariloche una "casa abierta" con actividad permanente. Hace un par de meses se mudaron de la anterior locación en la calle Morales a la actual de Palacios al 500, donde las puertas están abiertas todos los días desde las 8:30 a las 14.
Con parecida finalidad, el PPR (alrededor de 1.000 afiliados) cuenta también con un local estable en la céntrica esquina de Moreno y Elordi, que sirve como sede de reuniones políticas y para actividades comunitarias.