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	Daniel Peralta dijo que nadie le explicó los motivos de su detención, pero que en cambio recibió golpes en todo el cuerpo.

NEUQUÉN (AN).- Un remisero neuquino denunció que ayer a la madrugada fue agredido brutalmente en la comisaría Tercera "sin ningún motivo y sin que nadie me explicara el por qué de la mi detención", afirmó ayer Daniel Peralta, de 33 años.

El remisero, que es hijo de un policía retirado, dijo que alrededor de las 2.30 llegó a la casa de su madre en Islas Malvinas y Sargento Vidal. Volvía de un asado en Centenario, acompañado por un primo.

"No pasó nada en el asado, yo vine en un taxi que me trajo y cuando llegué tiré un handy que uso en mi trabajo para dentro de la casa y me iba a comprar cigarrillos. En eso, cuando me doy vuelta había un Polo blanco parado y un tipo de civil apuntándome. Me dicen que me tire y yo, que no sabía que eran policías, no le hice caso y le pregunté ¿por qué? Ahí me esposaron", relató Peralta.

Peralta asegura que no había ninguna razón para que lo detengan y que los policías le dijeron a su primo que iba a ser demorado por algunas horas.

"Cuando llegué a la Tercera, apenas digo algo me pegan y me piden que firme, cuando me agacho me pegan uno, dos, tres... cinco, me caigo y me siguen pegando. No puedo hablar porque cada vez que quiero decir algo me sacuden... Me dieron para que tenga", contó el hombre que asegura haber sido amenazado para no contar lo que ayer hizo público, como resguardo. Fuentes consultadas por este diario dijeron que a Peralta se lo vio en actitud sospechosa, que corrió y fue agresivo cuando se lo quiso identificar y que el médico que lo asistió certificó "aliento etílico".

Paralelamente, fue al hospital Castro Rendón donde constataron las lesiones y a la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas. Caminando a duras penas llegó a este diario y mostró lesiones en los glúteos, detrás de la oreja izquierda, en el abdomen, el omóplato y las costillas.