BUENOS AIRES (Télam).- Un argentino de 38 años, miembro de una familia dueña de una cadena de restaurantes de Miami, fue asesinado de un balazo en pecho cuando discutió con un vecino de un condominio de esa ciudad de los Estados Unidos, informaron ayer un diario local y allegados a la víctima.
Se trata de Maximiliano DeVita, por cuyo crimen fue detenido un anciano de 80 años que admitió ante la policía que la víctima lo insultó y que eso provocó que él se enojara.
Fuentes policiales citadas ayer por el diario "Miami Herald" informaron que el hecho ocurrió en un condominio ubicado en Harding Avenue 7.600 de South Beach, en dicha ciudad del estado de Florida, en el sureste de los Estados Unidos.
DeVita, quien junto a su familia es dueña de una cadena de restaurantes de comida argentina-italiana muy conocida en todo Miami, era dueño de una propiedad en ese condominio que recientemente había alquilado.
Según las fuentes, el hombre fue hasta ese inmueble la noche del viernes porque el inquilino le había comunicado que un vecino del condominio lo molestaba. "Este vecino molestaba al no dejar que se mudara", explicó ayer en declaraciones a América Noticias, Santiago, amigo de la víctima y que además trabajaba con DeVita.
De acuerdo a la policía local, Valeria, la esposa de DeVita, llevó a su marido hasta el complejo de viviendas para que hablara con el vecino, identificado como Orlando Alonso (80), y luego la mujer siguió con la entrega de comida a domicilio.
"DeVita golpeó a la puerta de Alonso para hablar sobre por qué molestaba a su inquilino", explicó una fuente policial consultada por el "Miami Herald".
En ese momento, Alonso, un jubilado sin antecedentes penales en Florida, atendió a DeVita con un revólver calibre 38 en una de sus manos. Los voceros policiales indicaron que el sospechoso contó luego que DeVita comenzó a insultarlo desde la puerta, por lo que Alonso se volvió hasta un sofá donde apoyó su arma.
Siempre de acuerdo a esa declaración, como el argentino seguía con los insultos, Alonso tomó nuevamente su arma, se le acercó y le efectuó un disparo.
"No salió a defender a nadie ni tampoco lo insultó. Sólo le fue a hablar", sostuvo Santiago. Tras la agresión, la víctima quedó tendida en el pasillo herida en el pecho, mientras que el sospechoso cerró la puerta de su inmueble sin alertar de lo ocurrido al 911.
Cuando la policía arribó al lugar encontró a DeVita muerto en el pasillo donde halló un reguero de sangre como si la víctima se hubiera arrastrado desde donde cayó baleado. En ese momento, los efectivos policiales detuvieron a Alonso.