BELGRADO (AFP/DPA) - El ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, acusado de numerosos crímenes de guerra, se encontraba esta madrugada en camino a La Haya, donde será juzgado por el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), a pesar de las violentas protestas de miles de sus partidarios.
Un convoy de vehículos todoterreno con personal militar abandonó a las 3.45 (11.45 de Argentina) el edificio judicial en que se encontraba alojado Karadzic desde su detención, hace una semana, con dirección hacia el aeropuerto de Belgrado, según informó la agencia noticiosa estatal serbia Tanjug citando fuentes oficiales.
En la aeroestación estaba alistado para despegar un avión gubernamental del tipo Falcon 50, que deberá transportar a Karadzic hasta Rotterdam. Desde allí está previsto que sea trasladado en helicóptero a la cárcel de la ONU de Sheveningen, según la emisora TV-Fox.
La ministra de Justicia serbia había suscrito previamente la orden de extradición de Karadzic, quien había sido detenido en Belgrado el lunes de la semana pasada tras permanecer prófugo por casi 13 años . Karadzic se había ocultado bajo la falsa identidad de un médico de terapias alternativas, cambiando radicalmente su fisonomía.
Karadzic es acusado de ser responsable en la "limpieza étnica" de 12.000 no serbios durante la Guerra de Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1995 y de ordenar la matanza en el enclave musulmán de Srebrenica, donde en julio de 1995 los serbobosnios comandados por Ratko Mladic asesinaron a unos 8.000 musulmanes y obligaron a huir a 30.000 mujeres, ancianos y niños.
Durante la noche de ayer se habían producido en Belgrado enfrentamientos entre miles de manifestantes que protestaban contra la detención de Karadzic y fuerzas policiales, con un saldo de cerca de medio centenar de heridos. Unas 15.000 personas convocadas por la oposición nacionalista serbia mostraron su apoyo al criminal de guerra y cuestionar al "régimen traidor y dictatorial" del presidente pro europeo Boris Tadic.
Los jóvenes manifestantes, algunos de ellos con la cara oculta, se desprendieron de la marcha en la plaza de la República y protagonizaron verdaderas batallas campales con la policía en el centro de la ciudad. Los manifestantes arrojaron piedras, caños y explosivos. La policía intervino con gases lacrimógenos y balas de goma.
Más de 45 personas, 30 policías y 15 civiles resultaron heridas, 20 de ellas hospitalizadas, entre ellos nueve policías y un periodista de la televisión española, informó la emisora televisiva pública RTS. Los extremistas rompieron numerosas vidrieras y levantaron barricadas. Unos 3.500 policías intervienen en la custodia de edificios gubernamentales y embajadas.
La manifestación fue organizada por el Partido Radical Serbio (ultranacionalista) y respaldada por el ex primer ministro nacionalista Vojislav Kostunica. "Gracias por haber venido tan numerosos para mostrar que Serbia no está muerta", gritó a los manifestantes uno de los dirigentes de los radicales serbios, Aleksandar Vucic.
Varias embajadas de la zona, en especial, la de Estados Unidos y Croacia, estaban bajo protección especial, así como la sede de la televisión serbia.
Varios llevaban una gran bandera serbia y una foto de Radovan Karadzic. "Los mataremos a todos", proclamaba una pancarta, mientras en otra se podía leer: "Boris Tadic, Serbia prepara tus funerales, estás acabado". Por su parte, el presidente proeuropeo Boris Tadic señaló que "es increíble que la gente proteste contra el respeto de la ley", informó la radio B92. "Cada uno tiene el derecho de protestar, pero la ley tiene que ser respetada. Yo apoyo el derecho a manifestarse, pero tiene que haber orden", indicó Tadic.