BUENOS AIRES (Télam).- Los investigadores del robo de los 15 cuadros del artista plástico Antonio Berni, cometido el sábado en Vicente López, creen que los delincuentes ocultarán las obras durante un tiempo ya que dado el estado público que tomó el caso, resulta imposible venderlas ahora en el mercado.
Fuentes de Interpol informaron que la fuerza elevó el pedido de secuestro nacional e internacional de las pinturas, por lo que las características de cada una de ellas ya están en la base de datos consultada por los dueños de las principales galerías de arte y encargados de subastas del mundo.
"Ahora es imposible que las obras sean vendidas en el mercado legal ya que figuran como robadas y también será muy difícil en el ámbito ilegal dado el estado público que ha tomado el caso", explicó una fuente de la fuerza.
El investigador consultado dijo creer que los delincuentes ocultarán las obras durante un tiempo ya que los potenciales compradores a los que tenían pensado vendérselas no lo harán para no exponerse, pero que finalmente las piezas aparecerán.
"Es que primero pretenderán venderlas a un precio muy alto y ante la imposibilidad de hacerlo las colocarán donde puedan y a un costo más bajo", añadió el pesquisa.
El investigador resaltó que se tratan de obras "muy valiosas y únicas" que si aparecen en el mercado artístico, serán fáciles de reconocer.
El robo ocurrió el sábado, cuando tres empleados de la firma Delmiro Méndez e Hijos, que se dedica al transporte de obras de arte nacionales y se ubica en Mariano Moreno 4.361 de Carapachay, cargaron 17 cuadros de Berni en un camión Mercedes Benz. Los empleados tenían la orden de llevar las obras hasta la casa del hijo del artista, Juan Antonio Berni, pero a sólo dos cuadras del depósito se le cruzó un auto.
Dos hombres armados y disfrazados con uniformes de la Policía Federal descendieron de un VW Gol y les apuntaron con armas para que se bajaran del camión. Desde allí los empleados, identificados como Claudio Guassardi, Carlos Varela y Martín Sáenz, fueron obligados a ir hasta la calle Bouchardo y Echeverría, a la vuelta de donde los habían interceptado.
En ese momento apareció otro grupo de hombres en otro camión, en el cual cargaron 15 de los 17 cuadros, valuados en unos 4 millones de dólares.
El robo fue confirmado por la Secretaría de Cultura de la Nación, que explicó que las obras eran llevadas al domicilio particular del hijo de Berni porque le pertenecen y que tras ser notificados del asalto activaron "todas las medidas de seguridad necesarias con el fin de recuperar las obras".
