WASHINGTON (AFP) - El Congreso estadounidense aprobó un vasto plan de rescate del mercado inmobiliario, que proveerá una ayuda tanto a los organismos de financiación como a los prestatarios hipotecarios atrapados por la crisis financiera de las últimos meses.

El texto, ya aprobado el miércoles por la Cámara de Representantes, fue aprobado este sábado por el Senado con 72 votos contra 13. El paquete de ayuda, para paliar la crisis más grave desde la Gran Depresión de 1929, ahora debe ser firmado por el presidente George W. Bush. Cambiando su postura, el mandatario se declaró a favor y debería firmarlo rápidamente, según declaró su secretario de Finanzas, Henry Paulson.

Unos 300.000 millones de dólares de préstamos inmobiliarios serán garantizados por el Estado y traerán un respiro para los prestatarios, cuando las tasas de préstamos fijos a 30 años están en su nivel más alto desde hace un año. De esta suma, 3.900 millones de dólares serán destinados a las colectividades locales para la recompra así como la rehabilitación de viviendas embargadas, un aspecto al que la Casa Blanca se oponía.

"Está bien que el Congreso demócrata haya finalmente actuado", comentó un portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, subrayando que era hora que esta ley fuera adoptada. Algunos analistas dicen que el mercado está congelado debido a créditos poco beneficiosos y a que los compradores esperan que los precios sigan cayendo.

Por otro lado, muchos propietarios no logran vender sus bienes para conseguir algo mejor como sí lo harían en condiciones normales de mercado.

Según las últimas cifras de la oficina de vigilancia federal del inmobiliario estadounidense (OFHEO)

publicadas este martes, los precios de las viviendas bajaron en mayo un 4,8% al año.

Los embargos inmobiliarios se siguen multiplicando: en el segundo trimestre se incrementaron un 14% comparado con el anterior trimestre, y aumentaron 121% en un año. En total, 2,2 millones de causas fueron iniciadas en 2007, según el estudio jurídico RealtyTrac.

"Detrás de cada una de estas cifras hay una familia, una madre, un padre y niños que intentan enfrentarse al desempleo y a la pérdida de su domicilio", declaró el senador demócrata Chris Dodd.

"De todos modos así se apaña y recompensa a los prestamistas y prestatarios imprudentes", se criticó anoche.

El texto también contiene un apartado sobre Fannie Mae y Freddie Mac, los dos gigantes de las refinanciaciones hipotecarias que rozaron la quiebra a principios de mes. Por un lado, ambos están ubicados bajo la autoridad de un nuevo organismo de control, con poderes reforzados.

Por otro lado, el Congreso dio la luz verde para el plan de salvataje establecido por el Tesoro hace unos diez días para impedir el naufragio de los dos organismos, que acababan de perder 50% en la Bolsa en tan sólo una semana. El plan les permitirá acceder a más capitales públicos, al autorizar que el Tesoro compre acciones de los organismos o les preste más dinero hasta fines de 2009.