CINCO SALTOS (ACE) - Los ladrilleros de los hornos clausurados el martes por el municipio de Cordero, podrán vender la producción ya hecha. Así se indicó tanto del Endecic como desde la comuna, que suspendió la elaboración y comercialización.
Cordero clausuró diez campamentos de venta de ladrillos. Cada uno de los emprendimientos contaba al momento de la inspección con varios hornos listos para la venta, cada uno con unos 30.000 ladrillos o 40.000 ladrillones elaborados.
"No sabemos qué vamos a hacer, esto es lo único que tenemos. Nos echaron de Allen hace tres aos, dos años estuvimos sin trabajo y recién el año pasado logramos poner en funcionamiento el horno", dijeron con impotencia miembros de la familia de Miguel Corts, que tenía dos hornos precintados por inspección y bromatología del municipio de Cordero.
Agregaron, con preocupación, que "necesitamos seguir trabajando",
Otros campamentos de ladrillos pertenecen a dueños de corralones, como el de Humberto De Len -a pocos metros del de la familia Corts-, donde había almenos unos
250.000 ladrillones elaborados y otra cifra sin contabilizar que estaba ya paletizada para ser transportada.
En ese campamento son al menos cuatro familias -en condiciones laborales irregulares, en viviendas precarias y con falencias sanitarias-, que se quedaron de brazos cruzados porque la clausura suspendió todos los trabajos, por tiempo indeterminado.
La medida la encabezó el intendente Fabián Galli, que desde hace cuatro años que solicita a los dueños de los campamentos que legalicen su situación ante el Endecic (el ente de desarrollo, que es propietario de la tierra) y que presenten un estudio de impacto ambiental.
La reunión entre los fabricantes de ladrillos y el Endecic fue programada para mañana. El ente ofrece una reubicación de los usurpadores.
En tanto esto se concreta, intervino ante Cordero ante el pedido de los ladrilleros de poder vender el material que ya estaba hecho.
"Le comunicamos al Endecic que la decisión política está tomada en cuanto a permitir que vayan sacando el material construido", comentó Galli.
"La reubicación es lo que tiene que definir el Endecic, esto significa que se sigue con la clausura y la suspensión de vender en el futuro, no se puede elaborar más hasta que regularicen su situación, que es de ocupantes ilegales", señaló el funcionario.
Añadió que "deben tener un comprobante, permiso o alquiler de los dueños de los terrenos para volver a ser habilitados para el comercio que están ejerciendo".
Los campamentos de ladrillos están ubicados a ambos lados de la ruta que va al lago Pellegrini, a la altura de la "bajada del Cayetano", varios kilómetros antes de ingresar a la villa turística ubicada en la península de Ruca Co.
Fueron clausurados los los radicados al oeste de la ruta, ya que los otros pertenecen al ejido de Cinco Saltos, que recién comenzó con las intimaciones.