AHMEBADAD/NUEVA DELHI (DPA).- La tensión es palpable en la ciudad, donde la policía ha levantado cientos de controles para inspeccionar los vehículos en algunas áreas.
También se han incrementado las medidas de seguridad en la estación central de tren y en el aeropuerto.
Las autoridades temen que el episodio de ayer reanime las tensiones entre musulmanes e hindúes.
La ciudad de Gujarat ya ha sido escenario de conflictos sangrientos en otras oportunidades. "Es una conspiración para desestabilizar el país", dijo el representante del ministerio del Interior, Sri Prakash Jaiswal, quien añadió que "todas las grandes urbes se encuentran en alerta máxima".
En febrero del 2002, extremistas musulmanes prendieron fuego a un tren en el que se encontraban peregrinos hindúes. La masacre generó disturbios en los que murieron alrededor de 3.000 personas, la mayor parte musulmanes.