NEUQUÉN (AN).- La incomunicación entre los seres humanos es tan, tan de esta época. El dramaturgo Javier Daulte apela a una relación de pareja y desarrolla una historia que, entre otras cosas, invita a preguntarse: ¿estás ahí?, o ¿me ves de verdad?, ¿tenés idea de quién soy?, ¿puedo contar con vos?, ¿me escuchas? y muchas más.
Rescatadas de las obras completas de este prolífico autor, guionista y director teatral, esta comedia dramática o "sitcom" (comedia de situaciones) rica en elementos fantásticos, titulada "¿Estás ahí?", será interpretada por grupo Sur Menage durante los meses de agosto y septiembre, todos los sábados y domingos en la sala de teatro Ámbito Histrión.
Antes de su estreno (el próximo sábado a las 21.30), el director de la obra Gustavo Lioy define el carácter de la pieza. "Es una obra de humor con una estructura dramática muy extraña, con elementos fantásticos, como de ciencia ficción o fantasía. Es como un realismo mágico pero moderno", dijo.
En "¿Estás ahí?" el director eligió como protagonistas a Santiago Salaburu y Silvana Feliziani, y completó el elenco con Ines Hidalgo (asistencia de dirección) y Carolina Fernández (FX). Con la mayoría de ellos había trabajado anteriormente en piezas como "Tres deseos" y "PH", ésta última también con dos textos de Daulte. "Con sus obras me siento muy cómodo, siento que expresa lo que tengo ganas de decir con palabras muy cotidianas, me gusta lo que dice y cómo lo dice", dijo Lioy sobre la elección de las obras del dramaturgo argentino autor de "Bésame mucho", "La felicidad", "Criminal", "Faros de color", entre otras.
Salaburu (Fran) y Feliziani (Ana) hacen el papel de una pareja que se muda a un departamento pequeño y se encuentran con un "hombre invisible" (Claudio) que habita entre esas cuatro paredes y pareciera estar todo el tiempo presente en la escena, e incluso, los obliga a vivir situaciones inesperadas. "Es muy irascible, se porta mal, hace lío, se mete en medio de los dos", contó el director.
En la obra, Sur Menage concilia un trabajo intenso de tres meses de ensayo, el esfuerzo de los actores en la interpretación de personajes con mucho texto y bastante dinero invertido en una puesta escenográfica (casi cinematográfica) de enorme complejidad. Con mucho naturalismo y cargada de efectos especiales que conectan a los actores casi todo el tiempo con ese hombre invisible que pareciera no querer irse nunca del escenario.