CIPOLLETTI (AC).- Unas 50 personas se movilizaron ayer frente al edificio central del Policlínico Modelo, en Libertad y San Martín, respondiendo a la convocatoria de la Asociación de Empleados de la Sanidad -seccional Río Negro- en el marco del conflicto existente por el pago en cuotas de sueldos y el despido de un agente, afiliado al gremio.
"Nosotros nos mantenemos firmes y queremos que la empresa cumpla con el pago dentro de los cinco días hábiles del mes, y que reincorpore al empleado que echó por lo que pudo haber dicho en un asado del personal fuera del policlínico", dijo ayer el secretario gremial de ATSA, Mario Garrido.
Más aún, adelantó que el responsable del Modelo, Salvador Scaffidi, presidente además de la Federación de Clínicas, ya anticipó por carta documento que la federación desconocerá el aumento (sería de entre el 20 y el 25 por ciento) que se está acordando en Buenos Aires entre el sindicato y las entidades que nuclean a las instituciones de salud privadas.
Mientras, el propio Scaffidi salió ayer al cruce de las precisiones del gremio por LU19, consignando que el pago se está normalizando, que desde el sindicato se desvirtúa el problema, se lo agranda, y descartó que hubiera alguna posibilidad de reincorporar al empleado.
Un vocero del policlínico calificó por radio al sindicato como una entidad en actitud de "guerrilleros", cuestión que enervó más aún los ánimos.
Por ese punto, Garrido, en una asamblea, dijo que ese vocero "debe saber mucho de aquella época por las presiones y "listas negras" que se elaboran sobre el personal, y las amenazas para que no se movilicen".
La cuestión pasa porque el Modelo efectúa pagos desde hace unos cuatro años en cuotas, aunque a partir de diciembre del 2007 mejoró en mucho este anormal esquema, pagando del uno al cinco de cada mes el 70 por ciento de los haberes y del cinco al diez el 30 por ciento restante. La exigencia gremial es que se deposite al cobro los sueldos dentro de los primeros cinco días hábiles del mes.
De la movilización no participó mucha gente del policlínico, aunque estuvo apoyada por trabajadores de otros centros de salud de la zona. En el interior del establecimiento las actividades -al menos a simple vista- se desarrollaban sin inconvenientes y con absoluta normalidad.