El senador Pablo Verani advirtió ciertos cambios en sus contactos gubernamentales en la primera semana posterior a su voto negativo sobre el proyecto kirchnerista de las retenciones.
"Miguel no me atiende el teléfono", repitió a sus allegados hablando del gobernador Saiz. Es cierto que ambos no hablaron en los últimos días, pero -fuentes de ambos- coinciden en que la incomunicación es circunstancial. Aún su fastidio, el gobernador hablará con Verani. "Cuando llamó, Miguel no pudo atenderlo y después no le contestó", explicaron.
Verani reiteró que el sábado estuvieron en "El Molino" de Roca, pero Saiz relativiza ese encuentro, pues se reunía un grupo numeroso de parroquianos.
Daniel Sartor también se mostró esquivo a las comunicaciones que pretendía Verani. El legislador tampoco compartió la posición del senador que dejó al gobierno de Saiz enfrentado a la meta del kirchnerismo.
Además de su propio trabajo, Verani transmitió su preocupación a distintos referentes. Por ahora, el legislador Iván Lazzeri recogió esa inquietud interna y ya trabaja en recuperar lazos entre Saiz y el senador.
"Verani anda con culpa", interpretó un hombre de Saiz, consciente de que lo del gobernador sólo son señales y no existirán reproches.
El fastidio de Saiz se origina en la incertidumbre institucional generada y el esfuerzo político que le requiere el voto de Verani. Ayer programó otro gesto hacia el gobierno nacional y se preparó para participar en el juramento del nuevo Jefe de Gabinete, Sergio Massa. No pudo despegar con rumbo a Capital Federal por un inconveniente en el tren de aterrizaje de la aeronave contratada, que ayer llegó a Viedma. (AV)