BUENOS AIRES (DyN) - El ex jefe de gabinete Alberto Fernández reconoció ayer que se fue porque le "costaba sostener lo que pensaba" ya que tenía "visiones distintas" de sus superiores respecto de la realidad política nacional actual e indirectamente pidió a la Casa Rosada "escuchar" la realidad actual y "atender las cosas que pasan".
Alberto Fernández habló largamente por Radio 10 y reconoció que una de las causas de su alejamiento fue que le "costaba sostener lo que pensaba" en sus conversaciones con la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y porque creyó que "ya no podía aportar" nada a la administración nacional. En un lenguaje elíptico, Fernández no se privó de difundir señales sobre las causas de su alejamiento, tras ser uno de los hombres más influyentes en el equipo de colaboradores gubernamentales desde la asunción de Néstor Kirchner. "Lo mejor que podía decirle a la Presidenta es que en esta instancia hay cosas que vemos distintas, y que es el momento en que en la Argentina pasaron cosas y hay que atender esas cosas", dijo.
En clara alusión a la derrota legislativa que sufrió el oficialismo a partir del rechazo de las retenciones móviles, el funcionario exhortó: "Hay que sobreponerse, seguir y escuchar. Creo que mi renuncia fue un poco para eso, para poder escuchar"
Fernández aseguró que su alejamiento no fue para "complicarle la vida" a la presidenta sino para "facilitársela". "Me voy convencido de haber hecho lo que tenía que hacer: hay momentos donde uno puede aportar y otros donde siente que no puede aportar", afirmó el ex funcionario, al tiempo que dijo "no" creer que otros ministros deban imitar su gesto y alejarse .
El ex jefe de Gabinete ponderó encendidamente a la jefa de Estado y dejó en claro el espíritu que lo llevó a abandonar el cargo: "Creo que en este momento no ayudo, sinceramente no estoy ayudando como consecuencia de visiones distintas; es más lo que complico que lo que ayudo, por eso es la decisión", explicó, aunque aclaró que "Cristina sabe que puede llamarme cuando me necesite y Néstor (Kirchner) también".
Durante la entrevista, Fernández se preocupó en enfatizar: "Yo no he hecho esto para complicarle la vida a Cristina, lo he hecho para facilitársela. Creo que estamos en un momento difícil y hay que apechugarlo, sacarlo adelante". No obstante, consideró que el actual es un "momento mucho menos difícil" que la etapa de "zozobra" que causó la crisis con el campo
"Entendí que lo mejor era decirle a la Presidenta que lo mejor era que encarara una nueva etapa". El renunciante evitó referirse a los presuntos duros enfrentamientos que, en los últimos tiempos, habría mantenido con el ex presidente Kirchner, y a sus discrepancias -nunca admitidas públicamente- con otros polémicos funcionarios: el ministro de Planificación, Julio de Vido, y los secretarios de Comercio, Guillermo Moreno, y de Transporte, Ricardo Jaime.
"Debates incomprensibles"
En un tono tranquilo, Fernández prefirió expresar su ferviente convicción de que la Presidenta "va a llenar a la Argentina de cualidades", y lamentó que en los pocos meses que lleva al frente de la Casa Rosada haya sido "sometida a debates absolutamente incomprensibles".
Entre esos debates mencionó el tema de "la valija de Venezuela", en relación a la denuncia sobre el ingreso ilegal al país de 800 mil dólares provenientes de la nación caribeña, supuestamente para financiar la campaña electoral de la actual mandataria, "y el tema del campo".
Por otra parte, elogió vivamente a Néstor Kirchner -a quien acompañó desde el primer día de su asunción como titular del Ejecutivo, en mayo de 2003-, al sostener que "fue un presidente extraordinario que dio vuelta el país".
Asimismo, celebró la elección de Sergio Massa para sucederlo, al considerar que esa designación fue "un hallazgo" de la presidenta Kirchner.