Jueves 24 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
Berlusconi goza de la nueva ley de inmunidad

ROMA (DPA) - Silvio Berlusconi logró su objetivo. El jefe de gobierno italiano estaba tan seguro de que sería aprobada la nueva ley de inmunidad, que ni siquiera acudió personalmente a las dos votaciones en las cámaras del Parlamento.

A pesar de que la ley no sólo lo protege a él, sino también al presidente del país así como a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de cualquier procesamiento judicial, hay una cosa clara: La nueva ley es útil sobre todo para el multimillonario milanés, que desde hace años lidia una y otra vez con la Justicia. Se trata de una "Lex Berlusconi" hecha evidentemente a su medida, destacan los críticos una y otra vez.

El "Cavaliere" disfrutó mientras tanto del sol y vinculó así lo agradable con lo provechoso. El martes, recibió al presidente egipcio, Hosni Mubarak, junto con su esposa y un matrimonio amigo en su lujosa Villa Certosa en la Costa Smeralda de Cerdeña.

De todas maneras, ya se había asegurado la aprobación de la ley de inmunidad en el Senado: después de todo, dispone de una cómoda mayoría en ambas cámaras parlamentarias.

"Una ausencia ejemplar", bromeaba el diario "La Repubblica" y añadió que el nombre de Berlusconi no se mencionó en el debate. Aunque ninguno de sus aliados lo dijo abiertamente, hay una cosa clara: Mientras dure su mandato, Berlusconi ya no tendrá que responder ante ningún tribunal.

Eso afecta sobre todo un juicio por corrupción en Milán, en el que se trata del soborno del abogado británico David Mills. En realidad, la sentencia iba a caer este verano. Pero ahora Berlusconi puede disfrutar sin problemas del sol, la arena y el mar de Cerdeña.

La oposición izquierdista está furiosa, pero tuvo que contemplar impotente la aprobación de la ley. Antonio Di Pietro del partido "Italia dei Valori" (Italia de los Valores) calificó la votación como "secuestro del Parlamento".

El ministro de Justicia Angelino Alfano, que propuso la ley, en cambio, sonrió satisfecho: Por fin Berlusconi tiene la libertad para gobernar sin ser perturbado, dijo. Si Berlusconi aprovecha bien su inmunidad legal, en principio tendrá tranquilidad hasta el fin de su mandato.

Sólo que no puede cometer ningún error, porque los delitos cometidos durante el mandato están excluidos de la ley de inmunidad. Ahora también tiene tiempo para que se le ocurran nuevos medios y formas para suspender los juicios que hay en su contra después de su período como primer ministro.

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