Seguramente Julio Grondona y el "Checho" Sergio Batista dibujaron una sonrisa de oreja a oreja cuando se enteraron que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, finalmente se jugó en la disputa entre los clubes y las federaciones, y presionó al Barcelona para que libere a Lionel Messi y lo deje ir a los Juegos de Beijing.

Mediante una circular enviada a todas las asociaciones adheridas al órgano rector del fútbol, el suizo señaló que "la liberación de jugadores menores de 23 años siempre ha sido obligatoria para todos los clubes. Este mismo principio se aplica para Beijing '08".

En el paper, Blatter agregó que "obstaculizar la participación de jugadores menores de 23 años en la fase final del torneo podría interpretarse como un atentado al espíritu olímpico, ya que estos jugadores forman el núcleo de los equipos que participan en el torneo olímpico de fútbol masculino".

Con esta contundencia, la FIFA se puso del lado de las federaciones y del COI, y presionó al Barcelona, al Schalke 04 y al Werder Bremen para que dejen participan de los Juegos a 'Lio', y a los brasileños Rafinha y Diego.

Mientras esto ocurre, Messi no se pronunció por el conflicto, pero sí mostró signos de nerviosismo por la indefinición: ayer, el flamente entrenador Pep Guardiola tuvo que intervenir en un fuerte encontronazo del que fue protagonista junto a Rafa Márquez.

"Vale ya, Leo, vale ya", le dijo enérgico el DT al rosarino, fastidiado por las entradas del mexicano, pero también por el estado de incertidumbre en el que se encuentra desde hace tiempo.

Aunque no le tembló el pulso a la hora de reprenderlo, Guardiola quiere darle el "10" a Lio y armar el equipo alrededor suyo. Igual, todo indica que en las próximas horas estará rumbo a Tokio, para sumarse a la selección.