El momento de más tensión se vivió cuando una señora relató el calvario que vive su nieto y los padres del niño, internado desde hace meses en Buenos Aires como consecuencia de una parálisis cerebral. "En la provincia no hay quién le haga la rehabilitación total que necesita, el Ipross le ha dicho al Hospital Italiano que lo tienen que dar de alta y lo manda a los médicos de acá que lo derivaron. Pero ¿qué va a ser de él acá? ¿quién lo va a atender para la rehabilitación?". Al borde del llanto, la señora dijo que "es un presupuesto tremendo lo que gastamos en mi nieto, nosotros lo amamos, daríamos lo que fuera por él, pero ¿para qué pagamos al Ipross, me puede contestar?"
Pinazo respondió que "si acá no hay quién lo atienda se tendrá que quedar en Buenos Aires", sin referirse a las dificultades laborales para los padres y el entorno familiar.
Similar planteo formuló un hombre cuya esposa está postrada desde hace años. "La cama y el colchón especial, todo lo tuve que comprar de mi bolsillo. Gano 1.200 pesos, y las dos cosas me costaron 1.500 pesos, me dijeron que me correspondía un reintegro del Ipross ¿usted lo vio? porque yo nunca vi un peso", dijo.