Lunes 21 de Julio de 2008 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
Apartan a radicales K que habían llegado con Cobos
Dos funcionarios de Planificación tuvieron que irse por orden del ministro De Vido. Todos miran a "Pechi" Quiroga, quien puso a disposición su cargo y lanzó duras críticas.

Las puertas de varios despachos oficiales que se habían abierto a dirigentes radicales en nombre de la Concertación empezaron a cerrarse con furia después de la derrota del kirchnerismo en el conflicto con el campo.

Al menos dos funcionarios del Ministerio de Planificación Federal tuvieron que dejar sus cargos durante el fin de semana por su cercanía con el vicepresidente, Julio Cobos, en tanto que ayer se intensificaron los rumores que ubicaban al neuquino Horacio "Pechi" Quiroga como el próximo en la lista.

El ex intendente de la capital y actual subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería se anticipó ayer a ese escenario y advirtió que su renuncia "está firmada de antemano".

Asimismo, aclaró que "no me quedo un segundo más" en el cargo si no hay "voluntad de que gobierne la expresión que ganó las elecciones" en octubre pasado, es decir, la coalición que incluyó a los radicales "K".

Alejandro Rodríguez, subsecretario de Combustible, y Eduardo Moreno, director de Refinamiento y Comercialización, hombres que Cobos había colocado en el Ministerio de Planificación, tuvieron que irse el viernes, luego de que Cobos rechazara el proyecto oficial sobre las retenciones a las exportaciones.

Según versiones periodísticas no confirmadas, también habría renunciado el titular del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), Mario de Casas.

Si bien no existió un contacto directo, desde el entorno de los allegados a Cobos se ratificó que las dimisiones fueron solicitadas en nombre del ministro de Planificación, Julio de Vido.

Conocidos estos casos y teniendo en cuenta la idéntica reacción que tuvo Néstor Kirchner en el 2003, tras las críticas lanzadas por el entonces vicepresidente Daniel Scioli, a nadie sorprendería que el resto de los radicales K que ocupan cargos importantes en el gobierno nacional abandonen la función más temprano que tarde.

Entre ellos están, además del ex intendente neuquino, el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Juan Carlos Jaliff.

Ante la ola de rumores, Quiroga sostuvo ayer que "no me han pedido ninguna renuncia, pero cuando acepté el cargo, va implícita la renuncia firmada de antemano, siempre está a disposición ante quien tiene la responsabilidad de la conducción del Ministerio".

Además, en nombre de la corriente que acompañó la candidatura de Cristina Kirchner, advirtió que "nosotros nunca dejamos de ser radicales, ni nunca pensamos por afuera del radicalismo" aunque no aclaró si estaba contemplado un posible regreso al partido, del cual fueron expulsados.

Quiroga por otra parte cargó contra el piquetero hiperkirchnerista Luis D'Elía, al calificarlo como "un patotero prepotente e impresentable", en declaraciones realizadas a la radio FM Milenium.

"Si se nos dice que va a gobernar sólo el kirchnerismo, no tenemos que esperar un segundo más de tiempo y decir 'aquí está mi renuncia de carácter indeclinable'", advirtió Quiroga, en nombre de los funcionarios cobistas.

"No hay que hacer más trámites, simplemente presentar la renuncia", dijo sobre un posible pedido de dimisión, tras señalar que considera que viene "cumpliendo honrosamente el cargo que me han asignado" en la Cancillería.

Por otra parte, enfatizó que "el vicepresidente no tiene derecho a renunciar, porque lo ha votado el pueblo argentino, es producto de la voluntad popular" a diferencia de quienes han sido designados por otras autoridades. "Para el resto, no hay ningún problema; yo no me aferro a ningún cargo político", aclaró.

En tanto, el titular del Frente Grande, Eduardo Sigal, rechazó la decisión del vicepresidente de votar contra de las retenciones agropecuarias, al afirmar que el "límite del disenso es no entorpecer la marcha del Gobierno".

Sigal consideró no obstante que "todos tenemos que aprender el difícil ejercicio de convivir en coalición" y que "no todos estamos obligados a pensar igual".

El titular del Frente Grande señaló que los miembros de la Concertación Plural "tenemos la responsabilidad de encontrar el denominador común para tener una gestión eficiente".

"Hay un límite para la homogeneidad que la da la coalición. El límite del disenso es que no se obstaculice la gestión del gobierno", explicó el titular del Frente Grande, y subsecretario de Integración Regional de la Cancillería.

En diálogo con DyN, el titular de una de las principales agrupaciones que respaldan al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aclaró que se enteró de las supuestas renuncias "por los diarios".

Tal movimiento es interpretado por el radicalismo que integra la Concertación Plural como una represalia por el voto de Cobos en el Senado, que provocó la caída de las aspiración del gobierno a cobrar retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias.

Algunos de los aliados del kirchnerismo opinan que el haber dado escasa participación en las decisiones del gobierno al vicepresidente, podría haberle dejado la puerta abierta para que votara de la manera que lo hizo la semana pasada en el Senado.

(Redacción Central/DyN)

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